NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Schalke 04 - Real Madrid

Schalke 04 - Real Madrid: Cristiano Ronaldo tiene hambre

Nadie puede olvidar el 1-6 de hace un año, camino de la Décima. Se espera que Di Matteo entregue campo y pelota en el partido de esta noche (20:45 C+ Liga de Campeones).

Actualizado a
Schalke 04 - Real Madrid: Cristiano Ronaldo tiene hambre

El Real Madrid se enfrenta esta noche (síguelo en directo en as.com) a un rival cuyo primer y loable objetivo será no perder 1-6. Para evitar la goleada de hace un año, el equipo de Di Matteo entregará el campo y la pelota. No será un esfuerzo para el Schalke, alemanes vestidos de azzurri. Desde que el entrenador italiano llegó a Gelsenkirchen, el pasado octubre, las posesiones no superan el 40% (diez victorias, dos empates y seis derrotas desde entonces). Es el efecto de jugar con tres centrales, dos carrileros y un trivote. También es consecuencia de las lesiones: Fährmann, Draxler, Kolasinac y Farfán, titulares el pasado año en la visita del Madrid, son bajas de media o larga duración. Como pueden observar, al Schalke le sobran los motivos para protegerse. Y todavía no hemos hablado del portero de 19 años…

Ancelotti reunió a sus jugadores antes del entrenamiento previo al partido. El italiano sabe que el encuentro no será tan fácil como la temporada pasada (1-6) y pidió a sus jugadores intensidad para dejar atrás el mal juego e iniciar una buena racha.
Ampliar
Ancelotti reunió a sus jugadores antes del entrenamiento previo al partido. El italiano sabe que el encuentro no será tan fácil como la temporada pasada (1-6) y pidió a sus jugadores intensidad para dejar atrás el mal juego e iniciar una buena racha.Javier Gandul

Al Real Madrid no deberían inquietarle los planes defensivos del cuarto clasificado de la Bundesliga, a 18 puntos del Bayern. El Schalke, además, viene de perder en Francfort, ante un Eintracht que acumulaba seis partidos sin ganar. El ambiente, neutralizado en la última visita, tampoco debería ser un problema, simpáticos mineros cantores.

Sin embargo, es probable que la reducción de espacios incomode al Madrid. Sin un rival con ánimo ofensivo será más complicado generar los contragolpes que aniquilaron a los alemanes en la última Champions. Nada preocupante, insisto. Con Ancelotti se han mejorado los mecanismos para abordar defensas que aguardan dentro del castillo. En este sentido, Isco y Benzema (resfriado y duda hasta última hora) proponen paredes que derriban muros. Añadan la presunta debilidad por alto de los anfitriones y calculen la cantidad de faltas que sufrirá el Madrid. Serán balones por alto que amenazarán la integridad del tercer portero del Schalke, Timo Wellenreuther, 19 años y debutante en Champions, sólo tres partidos en la Bundesliga.

Si nos abstraemos de la tenebrosa perspectiva histórica (tres victorias en 27 viajes a Alemania), al Madrid le favorecen todas las estadísticas recientes. No olvidemos que tres equipos alemanes fueron eliminados camino de la Décima (Schalke, Dortmund y Bayern). Incluso la racha negativa de Cristiano, tres partidos sin marcar, se podría interpretar como un dato esperanzador, por insostenible. Desde que viste de blanco, sólo en la temporada 2010-11, Cristiano acumuló cuatro partidos sin goles, en tres tramos distintos. Imaginen su hambre.

Incertidumbre. Ancelotti, extrañamente lacónico en la conferencia de prensa de ayer, confirmó la titularidad de Pepe (un mes y cuatro días después de su lesión) y admitió su única duda: Illarra o Lucas Silva. Hace sólo diez meses el vasco fue devorado en casa del Dortmund, ustedes lo recordarán y él no puede olvidarlo; tampoco Carletto. La levedad del brasileño en su debut nos hace temer que, con menos tiempo de adaptación, corra el mismo riesgo.

Hoy sabremos si el Madrid tiene algún achaque mayor que la distracción que sufren los grandes equipos cuando todavía ven lejos sus objetivos. Hoy vuelve la Champions ante un enemigo menor, pero avisado. Lo anterior no cuenta. La Champions comienza en el mismo lugar que arrancó la Décima. Sigan las huellas.