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Atlético de Madrid

El tridente rojiblanco originó una posesión de tan sólo el 23%

Simeone reconoció su su equivocación al elegir la alineación. Y sus jugadores estuvieron tremendamente erráticos en el pase lo que propició el dominio agobiante del Celta.

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El tridente rojiblanco originó una posesión de tan sólo el 23%
AStv

Simeone reconoció en Balaídos que se había equivocado al elegir la formación ante el Celta. El técnico, lejos de buscar excusas, entonó el mea culpa, sobre todo porque se dio cuenta de que el equipo no fue fiel a la imagen que ha transmitido desde que llegó él al banquillo. Desequilibrio y agobios son los dos defectos que el Cholo no se perdona.

La apuesta por el tridente provocó que el Atlético tuviera la menor posesión del ejercicio durante una primera parte. Sólo un 23% originado por la falta de precisión en el primer pase y una mala ocupación de los espacios. Hubo jugadores desconocidos, más allá de que el sistema con Mandzukic, Torres y Griezmann no funcionara. El centro del campo no tuvo su día. Ninguno de sus integrantes llegó al 80% de acierto en el pase y el equipo (69% en total por 86% del Celta) lo acusó con un agobio que sólo había sufrido esta temporada en fases del duelo con el Barça en el Camp Nou. Tiago fue sustituido a los 34 minutos tras errar los siete pases que intentó, impropio de un jugador que lo había bordado una semana antes frente al Madrid. Pero es que Saúl (70%), y Gabi (72%), no fueron tampoco fiables. Mario, que salió por Tiago, se quedó en 78%.

El Atlético robaba, pero sin una salida limpia el Celta volvía a percutir ante un equipo atrincherado. Simeone cambió tres veces el dibujo durante el primer tiempo. Comenzó con un 4-4-2 con Griezmann a la derecha. Después invirtió al francés y puso a Saúl en aquel costado y, tras la salida de Mario, ordenó un 4-3-3. El Celta presionó arriba y la imprecisión rojiblanca en el pase colaboró a su dominio, eso sí, sin generar demasiadas situaciones de gol. El Atlético mejoró algo tras el descanso, pero la posesión se quedó en un 33% final. Ayer, durante la sesión, se vio a Simeone meditabundo, en muchas ocasiones sus decisiones han servido para voltear un partido a su favor, pero en Vigo no fue así. Los técnicos se encargaron ayer de recordar al equipo su falta de precisión. “¡No la pierdan, aseguren el primer pase!”, gritaba el Profe Ortega durante los ejercicios.