Real Madrid - Deportivo
Manuel Pablo: “Juego poco, pero ahora asesoro al entrenador”
"Trato de disfrutar como si fuera la primera vez. Ojalá podamos sacar un buen resultado y ese sería un buen regalo. Me quedan tres años de contrato con el Depor".
¿Cómo afronta el Depor el encuentro de hoy?
—Hemos ido creciendo. Nos ha ayudado la recuperación de Lucas Pérez y la llegada de Borges, que nos dan experiencia. Pero tenemos la cuenta pendiente con los grandes. El día del Barça llegábamos de una buena racha y perdimos.
—¿Les llega este partido en el mejor momento?
—Sí porque no tenemos la presión de estar abajo en la tabla. De todos modos, sabemos que el Madrid es una máquina y que hay que hacer las cosas casi perfectas para arañar algo.
—Es el único integrante del Superdepor que queda en la plantilla. ¿Se parece en algo este Depor a aquel que ganó la Liga?
—Este es un equipo en reconstrucción y joven, mientras que aquel era con gente de renombre y asentada en la élite. Éramos un equipo muy fuerte.
—Pudo dar el salto en 2001 de ese Superdepor al Madrid. ¿Cómo fue aquello?
—Butragueño me llamó a casa. Me dijo que me querían, que iban a intentar comprarme. Me pidió que si podía hablar con el club para facilitar la operación.
—¿Y qué hizo?
—Fui a hablar con Lendoiro, que era el presidente, y le dije que era una buena oferta para el club y para mí porque me iba a permitir competir por títulos. Soy muy competitivo y esa idea me encantaba.
—Lendoiro dijo que usted era “más caro que Zidane”. ¿Cómo se quedó cuando le escuchó?
—Me lo tomé a risa. Al Depor yo no le había costado casi nada y Zidane era ya una estrella.
—¿Cuánto ofrecía el Madrid?
—Pagaba 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros), pero Lendoiro lo consideraba insuficiente. Quería 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros). Me dijo que estábamos compitiendo con el Madrid y que yo era una pieza indispensable. Así que después de esa reunión, me centré en entrenarme y me quedé en el Depor.
—Unos meses después de aquello, llegó el Centenariazo.
—Aquel día hicimos un partido completísimo. Yo no jugué porque me había lesionado unos meses antes y estaba en la grada. Y de todas las imágenes que recuerdo me quedo con los minutos previos al encuentro. Sólo se oía a nuestra afición. Ver cómo nuestra gente se hacía con el Bernabéu es algo que nunca olvidaré.
—A sus 39 años, ¿será su última visita al Bernabéu como jugador?
—Sí puede serlo, pero me lo tomo con tranquilidad. No le doy muchas vueltas. Trato de disfrutar como si fuera la primera vez. Ojalá podamos sacar un buen resultado y ese sería un buen regalo. Me quedan tres años de contrato con el Depor y veremos qué idea tiene el club.
—Hoy será titular, pero está contando poco para Víctor Fernández. Sin embargo, es casi su ayudante...
—Al principio de temporada se me propuso ser su segundo entrenador, pero los compañeros sabían de la importancia de estar cerca de ellos porque es un grupo muy joven. Ahora juego poco, pero asesoro al míster cuando me pide opinión.
—Uno de los grandes ausentes en el Depor será José Rodríguez, cedido por el Madrid y que no podrá jugar por contrato.
—Ha ido creciendo, sobre todo en el sentido táctico. Tiene unas condiciones buenísimas.
—Si pudiera fichar a algún excompañero del Superdepor para este partido, ¿a quién sería?
—Al Flaco (Valerón). Sigue jugando con 39 años porque tiene un sentido del juego que no tiene nadie. Lo difícil lo hace fácil.
—¿Y a qué jugador del Madrid eliminaría?
—¿Sólo a uno? (risas). Eliminaría a Cristiano. Tiene una gran capacidad para resolver partidos, aunque Benzema me fascina. Se parece a Valerón. Sabe dónde estar siempre y posee un don para entender el juego y lo que necesita el equipo.
—¿Qué le pareció la fiesta de cumpleaños de Cristiano?
—Se le da más importancia a la fiesta que al 4-0 del Calderón. Era su cumpleaños. Pensar que a Cristiano le falta compromiso es una tontería. Él es un jugador que está fuera de toda duda.