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José Alfredo Fernández

“Saúl ha sabido bien crecerse y sufrir para poder llegar arriba”

Desde la tienda de deportes que regenta en Madrid junto a Borja, hermano de Koke, José Alfredo Fernández relata cómo reclutó para el Atleti a Saúl y a Manquillo.

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“Saúl ha sabido bien crecerse y sufrir para poder llegar arriba”

—Saúl le daba las gracias por lo que ha hecho usted por él para que pudiera marcar ese gol el sábado...

—Me ilusiona verle a él y a otros triunfar. Yo también le doy las gracias. Coincidí con él en un momento complicado, en la etapa de Infantil A con 13 años. Jugaba en el Madrid pero no lo estaba pasando bien. Míchel era el director de la cantera y, en un gesto que le honra, prefirió pensar en el chico antes que en otra cosa y le permitió salir del Madrid. Saúl le pidió la baja porque no se sentía a gusto. Hay que ser justos y no ventajistas, Michel ayuda a Saúl. El destino era volver a su tierra, porque hay que recordar que Saúl era un chico de residencia, que vivía lejos de casa, y su intención era enrolarse en el Valencia o en el Villarreal. Yo, en ese momento, firmo por el Cadete B del Atlético. Le llamo y después hablo con Amorrortu, quien tuvo hasta que mover camas en la residencia para que Saúl tuviera un sitio, ya no quedaban huecos. Me reuní con Amorrortu y le dije que si no venía Saúl, yo tampoco...

—Se trajeron a Saúl y a Manquillo.

—Sí, también le tuve en el infantil A del Madrid. Javi Manquillo decidió marcharse porque el Madrid prescindía de su hermano Víctor. Los dos coincidieron con Óliver en el cadete colchonero. Se hizo un grupo muy competitivo. El talento y el trabajo hicieron que el equipo fuera referencia en España. En la fase final de la Nike Cup nos enfrentamos a Barça, Villarreal y Athletic… y se pasó por encima de ellos.

—¿Cómo eran Saúl y Manquillo entonces?

—Introvertidos, pero muy receptivos y eso les hizo crecer. En el Atlético dieron un paso al frente porque se sintieron más importantes. Amorrortu es un fenómeno y se dio cuenta de lo que tenía. Les hizo superar etapas de dos en dos. Hay que tener visión para que una apuesta salga bien. La etapa de cadete es complicada porque sabes que el club apuesta por los que creen que pueden llegar a profesionales. Me siento orgulloso por todos, por Saúl especialmente porque tengo relación con él y con sus padres. Insistí mucho para que viniera y él siempre lo recuerda.

—El objetivo de Amorrortu era acortar las etapas formativas. ¿Ésa fue la clave?

—Cuando hay talento, el club tiene que apostar por los jugadores que cree que son diferentes: De Gea, Koke, Saúl, Óliver, Manquillo… Los que intuye que no les va a entrar el miedo cuando tengan que jugar ante 50.000 personas. El objetivo era, en cada equipo, apostar por los dos o tres que se pensaba que podían llegar arriba y él no se equivocó. Recuerdo una de las primeras reuniones con él. Nos dijo: “Vamos a intentar acortar las distancias en cantera con el Barça. Costará, pero lo conseguiremos”. Y así fue. El Atlético, gracias a su obra, se ha convertido en un referente.

—Los rojiblancos tienen a Koke como ejemplo.

—Con él ahí todos los chicos piensan: “Y por qué yo no”. Sé que Koke está encima de ellos, les asesora porque tiene muy reciente esa experiencia. Cuando los tres llegaron al primer equipo, Koke, Gabi, Mario… todos estuvieron muy cerca.

—Saúl le pidió al Atlético salir en enero, pero el Cholo no accedió y le pidió paciencia.

—Lo sé. Se lo digo yo también cuando hablo con él. Tiene que tener paciencia y tranquilidad. Tiene el ejemplo de Koke, a quien también le costó asentarse. Saúl ha llegado arriba porque se ha crecido siempre ante las adversidades, porque supo sufrir como en su día hicieron De Gea y Koke.