ESPANYOL
4 de marzo ante el Athletic: la gran noche de Cornellà
La vuelta de semifinales de Copa será el partido más importante del estadio en su corta vida. Hoy se anunciarán promociones para superar los 30.000 espectadores.
Con suma prudencia y profesionalidad, desde que llegaron ayer jueves al estadio para entrenarse se centran los jugadores del Espanyol en la Liga, en el asalto a La Rosaleda, mañana mismo. Pero el españolismo, empezando por el club y terminando por el último de los pericos que vibraron con el 1-1 del miércoles en La Catedral, tiene toda su atención depositada en una fecha: el 4 de marzo. Es “la gran noche”, como el cántico basado en la tonadilla de Raphael, la vuelta de semifinales contra el Athletic de Bilbao, la oportunidad de regresar a una final de Copa del Rey tras nueve temporadas.
Será la gran noche de Cornellà, el partido más importante en el actual estadio desde su inauguración, en 2009, y la pretensión es que se superen los 30.000 espectadores. Es por ello que la entidad lleva preparando desde ayer una serie de promociones en las entradas —semejantes a las que se producieron ante Valencia y Sevilla— que beneficiarán a los socios, con entradas adicionales, y que se anunciarán durante el día de hoy. Difícilmente se repetirán los dos únicos llenos en la historia del estadio (la inauguración, contra el Liverpool, y la primera visita del Real Madrid), pero sí se superará de lejos el promedio de asistencia de la actual campaña. De hecho, y si la expectación existente ayer con la resaca del 1-1 en La Catedral se logra mantener las próximas semanas, podría darse el caso de que el 4 de marzo acudan casi los mismos aficionados que juntando los que acudieron en las anteriores eliminatorias, contra Alavés (5.118), Valencia (16.950) y Sevilla (14.838), es decir, 36.906. El promedio de la Copa (12.302 espectadores) es, eso sí, sensiblemente inferior al total del estadio si se le suman los 12 partidos de Liga disputados: 16.167, a falta de que visiten Cornellà los tres primeros clasificados.
Otro aspecto que se tendrá en cuenta es la seguridad. Tras los incidentes acaecidos en Bilbao —retención de autocares pericos, pedradas al del equipo y un aficionado agredido—, es bastante probable que se califique el partido de alto riesgo. La afición rival dispondrá de un cupo de entradas y se reforzará el dispositivo policial. El Espanyol no hará un comunicado sobre los hechos del miércoles ya que estima que vehiculó su opinión a través del presidente, Joan Collet, quien los condenó con contundencia, calificándolos de “desgracia lamentable”.