NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ESPANYOL

El Espanyol crece en el vértigo

Durante sus nueve partidos en 28 días, el equipo de Sergio González ha explotado en juego y sensaciones. Eliminó a Valencia y Sevilla de la Copa, y es capaz de plantar cara a cualquiera.

Actualizado a
El Espanyol crece en el vértigo
Carlos Mira

Culmina el Espanyol nueve partidos en 28 días, entre Liga y Copa, con un balance que pudiera parecer desfavorable: cuatro victorias y cinco derrotas. Nada más lejos de la realidad, pues este último mes ha reforzado el proyecto de Sergio González, en juego y autoestima, hasta límites insospechados. El equipo cree en sí mismo con independencia del rival. Lo dijo Pau, uno de los futbolistas que ejemplifican estos benditos 28 días, el domingo en la trastienda del Pizjuán: “Desde que nos enfrentamos al Valencia en Copa, este equipo ha cambiado la dinámica. Ahora podemos plantarle cara a cualquiera”.

Pese a haber perdido cinco partidos, las sensaciones de la plantilla son casi inmejorables, pues incluso en la derrota (y exceptuando el Eibar) se han mostrado superiores. Ocurrió en Mestalla, en la vuelta de Copa contra el Sevilla e igualmente en la segunda parte del domingo, aun jugando con diez y perjudicados por el grave error de González González al no expulsar a Beto en el penalti sobre Salva Sevilla. Que el equipo se halla en estado de gracia con el gol lo demuestra el hecho de que, pese a haber perdido cinco y ganado cuatro choques, ha anotado un tanto más que los recibidos: 13 y 12. Ha sido el mes de la explosión de Caicedo y de la confirmación del ‘pichichi’ Stuani, quien ya lleva tantos goles en Liga (nueve) como en su mejor temporada en Primera, la 2011-12 con el Racing: le han bastado nueve partidos como titular para hacerlos, entonces necesitó 20. También se ha alcanzado en este periodo la estabilidad defensiva. Hasta el 3-2 del domingo, solo habían recibido dos tantos en los anteriores cinco partidos. Y eso que se habían medido al Valencia y al Sevilla, por partida doble.

La consecuencia de una autoestima tan alta es el descaro. El equipo ya juega a domicilio casi tan suelto como en casa. Y arriesga, como el domingo cuando con diez Sergio decidió añadir un punta. La demostración de la valentía es que no ha empatado. Además, todos los jugadores se sienten importantes. Y, aunque hay algunos más insustituibles (Álvaro, Cañas, Sergio García y prácticamente Moreno), todos han participado del mes más dulce. “Hay que coger fuerzas”, remacha el capitán, el mejor futbolista del mes, el poseedor de la varita de este Espanyol con magia.