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Espanyol 3 - Almería 0

Stuani y Caicedo hacen volar al Espanyol ante un flojo Almería

Dos goles del uruguayo y otro del ecuatoriano dan una plácida victoria al equipo perico, liderado por Sergio García, y se afianza novenos. Los de JIM siguen en descenso.

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Stuani y Caicedo hacen volar al Espanyol ante un flojo Almería
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Este Espanyol no es de este mundo. O al menos, no lo parece. Ante el Almería, los pericos consumaron su cuarta victoria consecutiva en el Power8 Stadium, en solo 12 días, en otro alarde de superioridad, quizá no tan exacerbado como los exhibidos ante Valencia o Sevilla en Copa, pero sí efectivo como para no tener que sufrir jamás en Liga. El hecho diferencial del Espanyol con el resto de equipos de su clase —y a veces, incluso, con los de la zona alta— es su delantera, un tridente mágico e infalible, que se reparte goles y asistencias, estajanovismo y magia a partes iguales: Sergio García, Cristhian Stuani y Felipe Caicedo. Da igual quién sea titular, quién el revulsivo o que el capitán lo juegue absolutamente todo. Nadie falla, y menos contra un Almería dócil, anclado en la zona de descenso y entregado a un equipo que hace soñar a los suyos. 

El arranque del Espanyol, fallando pases fáciles sin excesiva presión del Almería, hacía presagiar el clásico partido de transición, casi de pájara, de los pericos en medio de una feroz eliminatoria copera ante el Sevilla. Pero la pasividad fue un espejismo, igual que probablemente lo es el sueño que vive el equipo de Sergio González, aunque dura tanto que se antoja muy real. Empezaron los suyos a controlar y al cuarto de hora ya había dado Stuani su primer aviso, un cabeceo a centro de Salva Sevilla que Julián acertó a despejar con la punta de los dedos. 

Esa ocasión era el mero prólogo de lo que ocurriría hasta el 1-0: se está acostumbrando tanto el Espanyol a vivir en el cielo que para abrir la lata recurrió a las alturas, a la testa de Stuani (que tuvo otras dos acciones claras antes del gol) y de Álvaro, cuya prolongación en un córner no acabó en gol porque lo evitó Hemed en la misma línea; el israelí, que esta vez no pudo prolongar su racha anotadora, al menos sí pudo salvar un tanto. Pero lo que obró el delantero del Almería no supieron hacerlo ni Fran Vélez ni Julián en la jugada que rompió el partido, el primer gol, pues ni frenaron ni atajaron el cabezazo de Stuani en el área pequeña, a centro de Sergio García. 

Pero ni el 1-0 satisfizo del todo al capitán perico, que siempre quiere más aunque ya haya construido un mundo a su alrededor. Sólo tres minutos después del primer tanto, ya buscaba insaciable la manera de fabricar el segundo. Y la encontró, con otra asistencia a su socio uruguayo, que remató el 2-0 todavía más a placer que en el anterior gol. 

La reanudación comenzó con un Almería algo más bienintencionado, aunque la tónica pronto fue la misma que en el primer tiempo, con sendas ocasiones de Lucas y Abraham. Los rojiblancos quisieron pero no pudieron ante un Espanyol tan de dulce que puede incluso cuando no quiere. Pero eso no le sucede a sus delanteros, estupendos, que marcan tanto si actúan de inicio como cuando irrumpen en el segundo tiempo. Es el caso últimamente de Caicedo, quien a los cuatro minutos de estar sobre el césped tomó un balón, condujo, desbordó a Fran Vélez y se la cruzó a Julián. El tridente no falla.