Al Girona le bastaron dos minutos malos del Lugo

Al Girona le bastaron dos minutos malos del Lugo, al que le validaron un gol fantasma en el primer tiempo y le anularon otro tanto en la segunda parte, para ganar por 1-2 en el Anxo Carro y afianzarse en los puestos de promoción de ascenso a la Liga BBVA con 38 puntos al final de la primera vuelta.

Los catalanes confirmaron que le tienen tomada la medida al conjunto lucense, al que se impusieron las cinco veces en las que se enfrentaron.

Esta vez, el Girona, con Fran Sandaza motivado en su regreso al Anxo Carro, agravó el mal momento de resultados del Lugo, que encadena seis partidos sin ganar y solo se ha impuesto en dos de las últimas catorce citas del campeonato, aunque acaba la primera vuelta fuera del descenso.

Después de haber perdido en Albacete (3-0) por su falta de intensidad en los primeros minutos de cada periodo, el Lugo no quería repetir la historia ante el Girona, así que salió con intensidad, se hizo con el balón y se asomó por primera vez al área rival con un saque de esquina que lanzó David López y cabeceó fuera Iriome, quien volvió al once tras cumplir sanción.

En el césped del Anxo Carro, había un jugador supermotivado, el delantero Fran Sandaza, que la temporada pasada tuvo menos protagonismo del que pretendía en el Lugo y conocía a la perfección los puntos débiles del equipo rojiblanco.

El punta, recuperado de una lesión, tardó solo cinco minutos en probar a José Juan con un lanzamiento con la derecha, desde la frontal, que atajó el guardameta rojiblanco.

El portero estuvo fino en esa intervención, pero falló estrepitosamente a los veinte minutos cuando, tras recibir un pase de la defensa, controló mal, falló al intentar regatear a Sandaza y el delantero metió la puntera lo suficiente para enviar el balón al fondo de la red.

El Lugo quedó aturdido y el Girona lo aprovechó para ampliar la ventaja en dos minutos con un zurdazo de Alex Granell que entró por toda la escuadra a pesar de la estirada del guardameta.

El equipo de Quique Setién intentó levantarse, cogió ánimo con un remate de Lolo Plá que salió cerca del poste y con otro disparo de Jonatan Valle que acabó en saque de esquina, hasta que se encontró con un gol fantasma que subió al marcador a tres minutos para el descanso.

Fue un remate de cabeza de Lolo Plá a centro de David Ferreiro que tocó en el poste izquierdo de la meta de Becerra y en el cuerpo del portero antes de rebotar en el otro palo y salir de la portería, pero el árbitro, con la indicación de su asistente, lo dio por válido.

El Lugo asumió riesgos en la segunda mitad y dio facilidades al Girona, que tuvo ocasiones claras para sentenciar el partido, pero no tuvo la puntería del primer periodo en los remates de Eloy, Sanchón o Richy, que obligó a José Juan a sacar los puños en una falta.

Setién reforzó el ataque con la entrada de un segundo delantero, David Aganzo, por Jonatan Valle, y el Lugo perdonó el empate a los 74 minutos en un centro de Iriome desde la banda derecha que desperdició Lolo Plá a dos metros de la portería.

El delantero protagonizó otra acción polémica en la recta final del partido, en la que volvió a batir a Becerra, pero esta vez el árbitro lo anuló por falta previa a David García en la jugada.

El Lugo acabó el partido desesperado por la derrota y, víctima de ese estado de nerviosismo, Aganzo se expulsó con una durísima entrada por detrás en el tiempo de descuento.