ESPANYOL - CELTA
Ganar al Celta para salvar la irregular primera vuelta
No ganar equivale a completar una de las cinco peores primeras vueltas desde la 95-96 en la historia del Espanyol. El objetivo son los 23 puntos.
Aunque la ilusión se traslade a la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Sevilla del próximo jueves (22:00), el primer deber es ganar mañana al Celta en la última jornada de la primera vuelta. Sólo cuatro puntos por encima del descenso y con un bagaje que no alcanzaría para obtener esos 42 que te garantizan la salvación, el Espanyol decide mañana en 90 minutos si su primera vuelta es salvable o decepcionante, teniendo en cuenta los números que ha registrado el Espanyol desde que las victorias valen tres puntos (1995-96).
En estas 19 temporadas anteriores, el equipo perico las ha visto de todos los colores en el primer tramo del campeonato: desde los 38 puntos en la campaña 95-96 con José Antonio Camacho a los 14 de la temporada 2003-04 con Javier Clemente, primero, y Luis Fernández después. De pensar en Champions a pedir auxilio como colistas. La media se sitúa en los 25 puntos, cifra ya inalcanzable para los de Sergio González, aunque un triunfo ante el Celta colocaría al equipo muy cerca de ese registro, con 23. No ganar equivale a completar una de las cinco peores primeras vueltas desde la 95-96, únicamente empeorada por la efectuada en la campaña 1996-97 (19), la 2002-03 (20), la ya mencionada 2003-04 (14), la 2008-09 (15) y la 2012-13 (18), que provocó la destitución de Mauricio Pochettino y la contratación de Javier Aguirre. Precisamente, ganar también supondría mejorar la primera vuelta del mexicano el curso pasado, que consiguió 22 puntos en los primeros 19 partidos de Liga.
La defensa. Con perspectiva histórica y tomando como ejemplo estas 19 campañas, el Espanyol cumple en ataque pero se desangra en defensa. Únicamente hay tres temporadas en las que ha recibido más goles de los 29 que luce en su casillero. Y todas ellas acabaron con sufrimiento. Se trata de la ya famosa 2012-13, la 2008-09 en la que Pochettino salvó al equipo al final y en la 2003-04 donde el milagro lo obraron Luis Fernández y los goles de Raúl Tamudo. Es una constatación que los equipos blanquiazules siempre se han construido desde la defensa, pero los datos refuerzan que las mejores temporadas no son las que acumulan más goles a favor sino las que dejan la portería más a veces a cero. Esos números se reflejan en las decisiones que está tomando Sergio en este primer tramo de la temporada, en el que la línea defensiva ha sufrido variaciones, cambios de posiciones y ha tenido a muchos inquilinos en sus cuatro puestos. La incursión de Rubén Duarte en la Copa es otro ejemplo de que es la línea en la que hay más dudas. Resolverlas garantiza puntos.