Alemania tenía preparados los festejos 13 días antes de la final

Trece días antes de la final del Mundial de Brasil, Alemania ya programaba al detalle el festejo del cuarto campeonato, reveló el mánager de la selección germana de fútbol, Oliver Bierhoff.

"Dos semanas antes de la final teníamos preparada la lista de invitados y los festejos en Berlín estaban planeados en gran medida", contó Bierhoff en una entrevista que publica hoy el dominical "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung".

"Las camisetas de ganadores estaban listas, el vuelo 'triunfal' (en un avión de Lufthansa con una gigantesca inscripción) ya estaba bloqueado", añadió.

Bierhoff aseguró que los dirigentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) realizaron los preparativos sin decir nada al seleccionador, Joachim Löw. "Es algo que no le podía decir a 'Jogi'", dijo.

Justo 13 días antes de la final, los alemanes sufrieron para imponerse por 2-1 a Argelia en la prórroga de los octavos de final."Aunque nadie lo quiera oír: Argelia fue el rival más incómodo del Mundial y Brasil el más fácil", dijo Bierhoff sobre el impactante 7-1 con que Alemania venció a la selección local en semifinales.

Sin embargo, Bierhoff dijo que no dudó de que el equipo seguiría hasta la final. "El éxito en Brasil fue planeado durante diez años (...) Ya antes del Mundial consideramos los posibles escenarios para estar preparados".

El autor de los dos goles que llevaron a Alemania al título europeo en 1996 opinó que el seleccionado que levantó la Copa del Mundo en Brasil es el mejor que ha tenido Alemania.

"Quiero que sigamos siendo 'el' equipo alemán", expresó Bierhoff, para quien el plantel es un reflejo de los nuevos aires que se respiran en el país.

"Esta selección refleja el espíritu de los tiempos, la importancia de las llamadas habilidades blandas, factores que son vistos como más femeninos, como son la creatividad, la empatía, la humildad", opinó Bierhoff y puso como ejemplo la reacción de los jugadores tras la paliza de 7-1 propiciada a la anfitriona Brasil.

"No festejamos el 7-1 a lo grande, sino que abrazamos al rival y lo consolamos (...) Es un sentimiento que emana de esta joven generación".