La cruzada anti-violencia
Los desplantes de Ángel María Villar indignan a CSD y LFP
Aplazó la Comisión Federació Española de Fútbol que debía activar el plan anti-ultra. Villar faltó a las citas de los días 1 y 4 y aplazó la del 15 ya que se fue a Marruecos.
Desolados”. Así, según desvelaron a sus círculos más íntimos, estaban el lunes por la noche Miguel Cardenal y Javier Tebas, Secretario de Estado para el Deporte y presidente de la LFP respectivamente. El motivo, el nuevo plantón que la FEF había dado a CSD y LFP. Las tres partes, también la Federación, se habían comprometido a aprobar este 15 de diciembre un paquete de medidas anti-ultras para echar a los violentos del fútbol. La fecha no se fijó por casualidad. Villar había convocado para ese día a su Comisión Delegada, llave del nuevo plan al ser la FEF el órgano competente para modificar los estatutos que permitan implementar las nuevas normas.
Pero Villar se fue a Marruecos el domingo, dos días antes de que el Madrid jugase ante Cruz Azul la semifinal del Mundialito, y aplazó su Comisión Delegada al día 22 en una decisión sorprendente que dejó además en mal lugar (y molestos) a Vicente Temprado, Maximino Martínez y Marcelino Maté. Los presidentes de las territoriales de Madrid, Asturias y Castilla-León acudieron en representación de la Federación, “y con plenos poderes”, a la reunión del 4 de diciembre donde todas las partes se comprometieron a activar las medidas el día 15. Los tres representantes de la FEF dieron su palabra de cerrar los cambios entonces.
La FEF había recibido documentación que le indicaba con precisión los artículos que necesitaban reforma para poder aprobar, especialmente, los cierres parciales, una de las prioridades del plan anti-ultra. También se ha solicitado a la FEF que las actas de los informadores que incorporará la LFP tengan validez a la hora de decidir sanciones.
La poca implicación de Villar en el asunto tuvo su primera muestra el 1 de diciembre, cuando no acudió a la Comisión Antiviolencia que se convocó con urgencia después de los lamentables sucesos de Madrid Río. Entonces, y a pesar del calado de los acontecimientos, justificó su ausencia por acudir a una reunión de la UEFA en Ginebra, donde prolongó varios días su estancia. Así disculpó también su segunda falta al Consejo Superior de Deportes, donde el día 4 de diciembre se aprobó el plan anti-ultra.
Desde Las Rozas se defienden con el argumento de que Villar aplazó la Comisión Delegada al día 22 por problemas de agenda, ya que está en Marruecos con motivo del Mundial de Clubes, y que será el próximo lunes cuando sin falta se aprueben esos cambios. Subyace, sin embargo, la idea de que Villar no quiere que CSD y LFP manejen su agenda y que el cambio de fecha de la Comisión Delegada forma parte del pulso que mantiene con Cardenal y Tebas.
Además de sus incomparecencias en las reuniones, desde la LFP se reprocha a la FEF que no presentasen propuestas en la primera cumbre con Antiviolencia a pesar, eso sí, de la buena voluntad de los presidentes de las territoriales. Dice Tebas que ellos “sí fueron preparados” a la reunión del 1 de diciembre y que activaron en pocas horas un plan de medidas de choque para erradicar la violencia. Un asunto que el mismo Tebas reconoció no atacar en su momento al no considerarlo como un problema en el fútbol. Ahora, promete que no piensa volver a equivocarse.
Queda una fecha, la del 22 de diciembre. Ya nadie se fía de Villar y de lo que pueda salir de su Junta Directiva. Si al fin la reforma estatutaria o un capítulo más de una huida hacia adelante.