OSASUNA 2 - VALLADOLID 1
Osasuna respira a costa de un tocadísimo Valladolid
Se impone con goles de Nekounam y Valiente. Óscar González marcó para el Valladolid. Osasuna sale provisionalmente del descenso.
Toda la semana se pasó Rubi preparando el partido para que los primeros minutos de este partido de la Liga Adelante fueran tranquilos. Nada más lejos de la realidad y con un invitado inesperado: el árbitro Munuera Montero que se equivocó en todas las jugadas claves de los primeros minutos. No pitó penalti de Rubio a Nino en el minuto dos, anuló por falta inexistente el gol de Mojica en el tres y, al final de la primera parte, otro a Nino por inexistente fuera de juego. Una joya que remató con la rigurosísima expulsión de Javi Flaño en la segunda parte y su permisividad con los rojillos en la pérdida de tiempo. Enfadó a los dos equipos. Lo cierto es que el partido empezó loco y se desarrolló siempre como quiso Osasuna, que se adelantó en el minuto 3, tras el tanto mal anulado al Valladolid, con un gol de Nekounam a la salida de un córner. Los blanquivioletas no se arrugaron y empataron en una de las pocas jugadas de asociación del partido que culminó Óscar picándole el balón a Santamaría. De hecho, los pucelanos mandaron en este primer tiempo, llegaban bien al área contraria, pero no terminaban de rematar, como en la gran jugada de Mojica, otra vez de los más destacados del Valladolid, a cuyo centro no llegaron ni Jeffren ni Bergdich por centímetros, justo antes de que otro desajuste defensivo permitiera la entrada de Torres en el área para que su centro lo alojara Marc Valiente en propia portería, en pugna con Cedrick. Los de Rubi, otra vez a contracorriente, pero sin ocasiones claras, y con la habitual falta de ideas, de mando. Tuvo carácter, pero con eso no bastó y se fue perdiendo al descanso.
La segunda parte comenzó con la jugada de la expulsión de Flaño por bracear con Mojica. Segunda tarjeta para el lateral navarro que le expulsaba del partido. Lo que debería ser un acicate para el Valladolid se convirtió, increíblemente, en un hándicap. Sisi cambió su puesto de lateral izquierdo, por el diestro para convertirse en el mejor jugador del partido, no sólo tapando a Mojica, sino creando las ocasiones más claras para los suyos. Óscar pudo empatar en dos ocasiones, pero sus disparos no encontraron portería y el último que intentó marcar fue su tocayo Díaz, pero su lanzamiento se fue fuera por poco. Tampoco Osasuna creó muchas ocasiones en la segunda parte, demasiado tenía con guardar el resultado, un tesoro tal y como están los de Jan Urban, con un jugador menos y pocas fuerzas para llegar a la portería contraria. Aun así dominó el segundo acto, con uno menos, ante la falta de ideas, de creación, de los jugadores vallisoletanos que se encuentran en una preocupante cuesta abajo y ven como Las Palmas se dispara con siete puntos de diferencia. De los últimos seis partidos, solo han ganado uno. Malos números para un candidato al ascenso. Osasuna, por su parte, respira. Sale de los puestos de descenso y Jan Urban seguirá como entrenador.