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GRUPO C | MÓNACO 2 - ZENIT 0

Abdennour y Fabinho dejan al Mónaco como líder de grupo

El empate en Lisboa dejó en bandeja la primera plaza al equipo monegasco. Marcaron Abdennour y Fabinho ante un Zenit que no tuvo opciones.

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Abdennour y Fabinho dejan al Mónaco como líder de grupo
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El Mónaco cerró la fase de grupos de forma brillante, demostrando de manera ejemplar cómo sobreponerse a un varapalo tan duro como el que sufrieron en el pasado mercado de verano, cuando perdieron a James y Falcao, sus dos principales estrellas. Los de Jardim han optado por la mejor receta para superar estas ausencias: el grupo. Grupo en ataque, pero especialmente en defensa. Sólo han encajado un gol en seis partidos y han rentabilizado al máximo sus cuatro goles (once puntos), que les han servido para pasar a octavos como primeros de grupo, por delante de un Leverkusen al que derrotaron la pasada jornada.

El encuentro comenzó con la tensión propia de lo que ambos se jugaban. Tras un inicio de tanteo el Zenit, que necesitaba ganar, cogió el mando del encuentro. Pero el dominio no se transformó en ocasiones. Todos los jugadores del Mónaco estuvieron solidarios y comprometidos en defensa desde el primer minuto, reduciendo las escasas ocasiones del Zenit a jugadas a balón parado. La posesión en los primeros 45 minutos fue del Zenit, pero el partido fue de Toulalan, Bakayoko y Moutinho. Mención especial merece Bakayoko, francés de 20 años, pero que parecía llevar toda la vida jugando partidos de este nivel. Los tres medios del Mónaco dieron un recital de colocación en defensa y criterio en ataque. Así se llegó al descanso, con la sensación de que el Mónaco (que sólo tiró una vez en la primera mitad) tenía las cosas donde quería.

En la segunda mitad, cuando más debía pesar la experiencia europea acumulada por el Zenit en los últimos años, ocurrió todo lo contrario. El Mónaco parecía el equipo acostumbrado a disputar partidos a vida o muerte en Champions. Los rusos salieron nerviosos y atenazados del vestuario. De esta forma, los locales se fueron desplegando, apoyados siempre en sus tres jugadores del centro del campo. Las cosas parecieron torcerse para ellos en el 56’ cuando Berbatov, su goleador, tuvo que retirarse con molestias y fue sustituido por el joven Martial (19 años). Pero al Mónaco no le afectó y siguió a lo suyo, hasta que en el minuto 63’ obtuvo premio: Ferreira Carrasco botó una falta lateral que fue cabeceada de manera inapelable por Abdennour. Desde ese momento el Zenit bajó los brazos y el Mónaco disfrutó de su merecidísima clasificación, que redondeó con el gol de Fabinho en el 88’. Un pase que demuestra que los fichajes a golpe de talonario ayudan a ganar, pero que lo que convierte a un equipo en campeón es su fuerza como grupo.