Decidió un gol de Rennella y Asensio dio otro recital

Victoria del Betis por la mínima, aire para su directiva un día antes de una Junta de Accionistas del lunes que se prevé movida, pero a la que hubiera caldeado aún más otro tropiezo deportivo. Los del 'interino' Merino, que pudo haber dirigido su último partido como entrenador del primer equipo bético (le sustituiría precisamente un accionista mallorquín, Serra Ferrer), apretaron en la segunda parte, Rennella puso la ventaja en el marcador y Adán, con un paradón a Ros, salvó dos puntos cuando el partido ya moría. El Mallorca, que había resucitado hace unas jornadas, se acerca de nuevo al descenso tras la segunda derrota seguida y cuatro partidos ya sin ganar.

Karpin intenta moldear un equipo osado, tal y como jugaba él al fútbol. Merino anunció al llegar que dotaría al Betis de garra, pero lo aguerrido se queda en algo de ímpetu inicial. Luego, los verdiblancos se disuelven en su propia incapacidad creativa, esta vez prevista desde el inicio por un doble pivote (N'Diaye-Xavi Torres) que conectaba poco y mal con los de arriba.

Ahogaba el Mallorca en la presión, aunque le faltaba precisión en los metros finales. El más insistente era, cómo no, el ya madridista Marco Asensio, cuyo talento sería capaz de localizar un hombre ciego montado a lomos de un caballo galopante, pero al se le notan aún pecadillos de la edad, como cierto individualismo y demasiadas revoluciones a la hora de culminar. A duras penas hilvanaba el Betis alguna jugada potable, fiado al de siempre, Rubén, máximo goleador histórico que justo antes del partido había recibido un merecido homenaje. En las botas del canario estuvo la ocasión más clara del Betis y de toda la primera parte, cuando remató demasiado alto en la boca de gol.

Entró el chaval Ceballos a poco de comenzar la segunda mitad y el equipo verdiblanco mejoró algo en la circulación para merodear de verdad a Cabrero. Rennella disparó a la media vuelta y a medio metro del palo bermellón y momentos después Kadir, Castro y el propio delantero franco-italiano, goleador, se fabricaban la jugada del tanto de la victoria, que llegó tras un rechazo de Cabrero a Rubén.

Jugaba el Betis a rachas, disminuido del Mallorca, menos vertical que en la primera mitad. Kadir y N'Diaye desperdiciaban dos manos a mano a la contra y el Mallorca trataba de responder gracias a la calidad Asensio, capaz de agitar el partido entre líneas. El joven extremo avisaba con un disparo desde fuera del área que lamió la madera de Adán, igual le ocurría a Scepovic. Se movía el Mallorca gracias a los chispazos de su perla y así acabó el partido en el área bética. Ros remató a bocajarro pero Adán, con una parada de balonmano, impedía el empate para suspiro de la grada.