Histórica manita del Eibar

El Eibar, en su mejor partido en Primera División, sobre todo con una primera parte sensacional en la que anotó tres goles en la primera media hora de juego, arrolló a un Almería que defensivamente hizo aguas durante prácticamente los 90 minutos. De esta forma, los guipuzcoanos suman su segunda victoria de la temporada como locales, un triunfo que le distancia en nueve puntos de la zona de descenso, dejando a los hombres de Francisco Martínez con 10 puntos, los mismos que tienen los tres equipos que ocupan la zona peligrosa de la clasificación.

Los azulgranas saltaron al terreno de juego muy puestos y a los dos minutos ya mandaban en el marcador. Federico Piovaccari robaba la cartera al defensa Trujillo y ponía por delante a los suyos batiendo por bajo a Rubén Martínez. A partir de aquí los hombres de Gaizka Garitano retrocedían unos metros sobre el césped de Ipurua y dejaban el control del esférico al Almería, que siempre por mediación de Thievy, gozaron de alguna ocasión para haber puesto el empate en el luminoso, pero ni él mismo ni Hemed acertaron con la portería defendida por Irureta.

Tras estos dos intentos almerienses, en cambio, era Saúl en una rápida jugada por la banda izquierda quien sí daba con la tecla correcta para que el marcador se moviera con el segundo tanto local. Poco más tarde, con el equipo rojiblanco muy tocado, era Manu del Moral quien asistía en un saque de esquina para que Raúl Albentosa pusiera el 3-0 en Ipurua. No obstante, al filo del descanso, los visitantes acortaban distancias gracias al gol de Fernando Soriano, que se encontraba un balón suelto dentro del área pequeña tras un córner y el maño no perdonaba.

Tras el paso por los vestuarios la tónica del partido no cambió en exceso, y fue otra vez el Eibar quien daba la puntilla a su rival cerrando el partido con un cabezazo de Raúl Navas tras otro saque de esquina de Del Moral. Pero todavía habría tiempo para que Ander Capa se sumase a la fiesta eibarresa metiendo el quinto gol, de bella factura, para los suyos. Y ya con el 5-1 en el marcador era Edgar Méndez, que había entrado en el terreno de juego algo más de diez minutos antes, quien volvía a perforar la meta azulgrana, aunque su tanto no valdría para mucho.