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Javier Durán y Esteban Ibarra

“Las instituciones del Estado no han hecho cumplir con la Ley”

Javier Durán denunció en AS, tras los incidentes racistas con Alves, que el Observatorio de la Violencia, el Racismo y la Intolerancia en el Deporte había caído en desuso.

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“Las instituciones del Estado no han hecho cumplir con la Ley”

—Cardenal ha dicho que estos incidentes supondrán un antes y un después. ¿Es que antes no se hacía lo suficiente?

—Ibarra: Creo que las instituciones, empezando por la Comisión Estatal contra la Violencia y el Racismo y el CSD, han sido indolentes en la aplicación de la Ley. Este mismo año ha habido enfrentamientos de ultras de Atlético, Zaragoza, Sevilla o Betis, del Chiclana y del Cádiz... Nadie ha planteado desde el CSD la aplicación rigurosa de las medidas previstas en la Ley, que dice, explícitamente, que los ultras violentos deben ser expulsados de los estadios.

—El Secretario de Estado habla de tomar medidas: cerrar campos, multas, inhabilitación de directivos, quitar puntos...

—Ibarra: Todo eso está contenido en la Ley. Si dice eso y no está en la Ley plantearía una transgresión a la misma. Debería haber dicho: “Ahora vamos a hacer que se cumpla la Ley”.

—Durán: Un factor muy importante es el Libro de Registro. Y en él tuvo mucho que ver el Observatorio. Era clave y estábamos haciendo una gran labor en localizar uno por uno quiénes están sentados en los estadios para que nadie dijera: ‘No sabemos quiénes son’. Pero los clubes no quieren hacer pasar a los ultras por este Libro, y es obligatorio por Ley. El Observatorio también estaba volcado en hacer un Mapa de Ultras en todas las categorías del fútbol. Cuanto más conocimiento tienes del problema lo abordas con más rigurosidad. El Observatorio hizo mucho: impulsó la Ley de 2007, creó un Reglamento...

—Ibarra: Creamos el Protocolo de actuaciones, que firmaron todos los presidentes de los clubes, Liga y Federación. Un Protocolo que, por cierto, se ha incumplido en el caso de éste último incidente con el tema de las entradas.

—¿Quién creó el Observatorio?

—Durán: Fue Lissavetzky como secretario de Estado. Era una persona muy comprometida. Coincidió con la arenga de Aragonés a Reyes por Henry. Se creó una alarma social y el CSD lo creó.

—¿Cuándo dejó de ser convocado?

—Durán: Con Lissavetzky funcionó. A él lo sustituyó Albert Soler (también del PSOE) para acabar la legislatura. Soler convocó sólo una reunión... Y hasta hoy.

—¿Y Cardenal (PP)?

—Durán: Nada. Es más, con el último secretario de Estado con el que hablé fue con Lissavetzky. Y es un Observatorio que está contenido en un Decreto Ley: “Es un órgano de carácter consultivo (…). Se adscribe orgánicamente al CSD” (lee).

—¿Por qué creen que el Observatorio ya no se convoca?

—Ibarra: Hay un problema de banalización, de restarle importancia al problema. De decir que los clubes resuelvan con los ultras su forma de entenderse. No lo dicen abiertamente, pero por omisión de la aplicación de la Ley se ha acabado en eso. Y los clubes dicen a los ultras: yo te doy un espacio y no montes el pollo…

—Durán, en mayo este periódico le hizo una entrevista en la que denunció que el Observatorio había caído en desuso. ¿Le llamó alguien después?

—Durán: Nada. Tampoco nadie me ha dicho que ya no soy presidente. La violencia es un tema gaseoso. Se hablará estas dos semanas mucho, instituciones y clubes estarán a la defensiva, y luego todo se olvidará. Hay poca voluntad de acabar con esto. La Liga estaba metida dentro del Observatorio. Empezaron viniendo y lo dejaron. La Federación mandaba a una chica que se involucró mucho pero que se veía que no tenía peso alguno en su institución. En realidad, los organismos que asistían desinflaron su interés a medida que lo hacía el CSD. Nos faltó mucho ese apoyo.

—¿Por qué creen que era importante su trabajo?

—Durán: Nuestro papel era observar, estudiar, prevenir… Sobre todo prevenir, ya que el trabajo de la Comisión Estatal que se reúne semanalmente es casi exclusivamente sancionador tras los hechos. En seis años el Observatorio hizo 50 actas en sus reuniones mensuales. Y tenía una labor de vigilancia y denuncia de cualquier cántico o hecho violento para que el CSD lo estudiase a través de la Comisión. ¿Quién denuncia ahora?

—¿Cuánta gente trabajaba?

—Ibarra: Estábamos nosotros, un representante de la Liga, otro de la FEF, de la Asociación de Peñas, de la AFE, Prensa, dos del Ministerio del Interior, tres del CSD, de los árbitros…

—¿Quién convocaba sus reuniones mensuales?

—Durán: El CSD, y se hacían allí o en el Ministerio de Interior.

—¿Qué presupuesto tenían?

—Durán: Creo que 200.000 euros, pero nadie en el Observatorio cobraba ni un duro hacíamos nuestro trabajo de manera altruista, y volveríamos a retomar nuestra actividad así. Esto es importante resaltarlo. Pero que alguien diga dónde está ese dinero. Nunca en mi vida de presidente del Observatorio me vino alguien a decir: ‘Dispone usted de este montante para investigaciones’.

—Ibarra: No estamos diciendo que alguien se quedara con el dinero. Y se presupuestaron 200.000 euros durante dos o tres años. De ellos 100.000 se debían dedicar a subvenciones para hacer campañas de sensibilización. Los otros 100.000 eran para el Observatorio en sí mismo. ¿Qué pasó? Que proponíamos informes y decían que no, y pasaba el ejercicio y se devolvía el dinero. Preferían no hacer los informes y no gastar el dinero.