Málaga - Real Madrid
Ben Barek: “A Alfredo Di Stéfano no se le marcaba, te marcaba él”
Abdallah Ben Barek es consejero del Málaga, club en el que también ha sido jugador y entrenador y con el que se enfrentó en varias ocasiones al histórico Madrid de Di Stéfano.
—Conserva usted muchas fotos históricas. Entre ellas una con Alfredo Di Stéfano...
—Don Alfredo, que en paz descanse, era mi amigo.
—¿El mejor jugador de todos los tiempos?
—Si tuviese que elegir le elegiría a él porque sé que me haría una gran labor en defensa, en el centro del campo y además marcaría goles. ¿Más espectacular Messi? Sí. ¿Más efectivo Cristiano? Verdad. Con la preparación de hoy en día, Di Stéfano sería un monstruo. Te presionaba en el centro del campo. No le marcabas tú, te marcaba él a ti. Luego estaba Puskas. Tenía unos últimos diez metros impresionantes. Sólo usaba la zurda. Cuando le preguntaban por qué no usaba la derecha, Puskas contestaba: “mejor tener una pierna buena que dos regulares”.
—Don Alfredo tenía fama de ser un gran conversador.
—Era de lo más gracioso que he conocido. Por los golpes que tenía parecía andaluz. Y con ese acento argentino... Era un gran conversador y te decía las cosas a la cara. Nunca se escondía y si tenía que decirte que eras muy malo o algo parecido, te lo decía sin ningún problema. Era un hombre extraordinario. A mí me solía decir: “¡Eh, moreno! ¿Cómo estás?”. He visto todas sus películas. ¡Valía para todo!
—En otra de sus fotos le vemos con Valdano. Usted fue su primer entrenador en el Alavés.
—Así es. Vino al Alavés muy joven. Era un chico extraordinario. Cuando habla es un libro abierto.
—Ahí también tuvo al famoso Adorno.
—Era muy bueno. Vino del Valencia. Pero la hija del presidente valencianista se enamoró de él y le pidió a su padre que le fichasen. Nos pagaron ocho millones de pesetas. No estuvo mal para la época.
—Otra foto, esta con Miguel Pérez, un extremo derecho que era suplente de Amancio en el Real Madrid. Y con Serena, autor del 2-1 al Partizán que dio la sexta Copa de Europa al Real Madrid en 1966. Y otra con Amancio…
—¡Amancio! Este era un jugador con el que no te podías descuidar. Me tocó marcarle muchas veces. Era muy habilidoso.
—¿Algún recuerdo especial de sus partidos contra el Real Madrid?
—El famoso partido del trofeo Costa del Sol que les ganamos por 3-1. Aquel era el Real Madrid de Di Stéfano, Puskas, Gento, Héctor Rial..., al que no le ganaba nadie. Y nosotros le metimos 3-1. El Real Madrid siempre sufría en La Rosaleda. El Málaga es el único equipo que le ha marcado dos veces seis goles (una en 1954 y la otra en 1983).
—¿Se le puede ganar a este Real Madrid?
—Viene en una forma extraordinaria. Pero yo confío en la juventud de los nuestros. Ya demostraron el día del Barcelona, que nadie lo esperaba, que se les puede frenar. Nos faltan jugadores importantes, pero los demás pueden demostrar que también tienen sitio en el equipo. Va a ser un partido muy complicado para el Málaga. Pero también lo será para el Madrid.
—¿Qué le parece lo que está haciendo Isco?
—Es una de las maravillas del fútbol moderno. Y está aprendiendo a saber sufrir en el campo. Hay que ver cómo recupera balones. Calidad y sufrimiento. De pequeñito ya era fantástico.
—Y de todos los jugadores que ha visto a lo largo de la historia en el Málaga, ¿con quién se queda?
—Pipi era extraordinario. Velázquez era un jugador muy fino y de extraordinaria calidad que jugó cedido por el Real Madrid. Y, por supuesto, los Migueli, Viberti, Benítez...
—Abdallah Ben Barek fue el primer ‘sin papeles’ que llegó al fútbol español.
—Por entonces yo tenía 18 años. El Granada se interesó por mí, pero yo no tenía pasaporte ni carné de identidad ni nada por el estilo. Como al Granada le urgía muchísimo ficharme, alcanzaron un acuerdo con la policía de Tetuán para que me dejasen salir. Conseguí entrar sin papeles (risas). Después, ya una vez aquí, se resolvió todo.