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Barcelona

Joaquín Valdés es el psicólogo de guardia de Luis Enrique

Trabajó con Zubi y es pieza clave para el técnico culé. Asiste a las ruedas de prensa y a las charlas tácticas del asturiano. “Luis Enrique y él parecen entenderse con la mirada”.

BarcelonaActualizado a
COMPENETRADOS. Luis Enrique y Valdés, uña y carne.
Fernando Zueras

"Joaquín Valdés es un buen tío”. Eso es lo primero que responde la gente cercana al vestuario cuando se le pregunta por el psicólogo del equipo, para muchos una pieza más del engranaje de Luis Enrique en el Barça, pero lo primordial para el entrenador desde que inició su aventura profesional en los banquillos. Asturiano como el entrenador y siempre vinculado al mundo del deporte (fue judoka), supo amoldarse a las circunstancias de trabajo.

“Valdés está presente en las charlas de Luis Enrique”, relata una voz autorizada del club azulgrana. También presencia al lado de los periodistas alguna conferencia de prensa donde el entrenador verbaliza una de sus premisas: “Los resultados, a final de temporada”. Explican desde dentro del vestuario que “aunque, evidentemente no opina ni dice nada de lo que expone el entrenador, más allá de estar atento a todo. Hay veces que parece que se comuniquen con la mirada. Lo mismo hace con los futbolistas. Lo ven en las sesiones, como si fuese uno más del cuerpo técnico y luego en el banquillo. Allí se empapa de lo que le interesa, como en los viajes y las concentraciones, por muy cortas que sean. Analiza y luego sabe cómo actuar cuando aparece la necesidad”.

Un jugador que ha trabajado con él asegura que “maneja muy bien su área y organiza actividades cuando, por ejemplo, se pretende reforzar el trabajo de grupo. Nos ayudó a nivel colectivo. Incentivaba mucho el pensamiento a través de juegos. Fomentaba el compromiso del equipo: nos hizo más responsables y más fuertes a nivel individual”.

Ocupado. En 1999 fue socio de Zubizarreta en Makeateam, una consultora para futbolistas y cuando Luis Enrique decidió aceptar el banquillo del Barça B, siempre supo que quería a Valdés a su lado. Su presencia era innegociable. Con el tiempo y tras encontrar la fórmula para poder cumplir con todas sus actividades (mantiene abierta Formasport Global, su consultoría, además de rechazar pocas invitaciones a ponencias), con el Barça y su familia, el psicólogo se ha ido haciendo fuerte. En Roma padeció como el técnico y sus ayudantes una aventura complicada, mucho más llevadera en Vigo, lugar en el que crecieron tanto que los resultados lo condujeron directamente al banquillo del Camp Nou, donde es el psicólogo de guardia.