El ‘Informe García’ compromete más a Inglaterra que a Qatar

La FIFA revelará en un plazo máximo de diez días algunas de las conclusiones del ‘Informe García’, la investigación del exfiscal de Nueva York sobre los procesos de adjudicación de los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022. Según las fuentes consultadas por este periódico, las conclusiones no comprometen a Qatar. No se puede decir lo mismo de Rusia ni de Inglaterra. Estos dos países tienen salvedades en la auditoría.

La Federación de Inglaterra (FA) aparece varias veces a lo largo de los 430 folios en los que García ha resumido su investigación. Es citada por regalar artículos de piel de la prestigiosa firma Mulberry a los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA durante una visita a Londres, por patrocinar una reunión de la Federación Caribeña (donde se dieron casos de corrupción) y por una reunión sospechosa en Johannesburgo durante la celebración del Mundial 2010. Hay que recordar que Inglaterra fue derrotada por Rusia y Qatar en su aspiración de organizar el Mundial y su posición ha sido beligerante. Pidieron que la investigación llegue hasta el final y también salen salpicados en las conclusiones del ‘Informe García’.

Sobre Rusia también hay salvedades, que el juez encargado por la FIFA de investigar el caso, el alemán Joachim Eckert, aún está valorando. Michel García tiene las pruebas que recabó el FBI. Chuck Blazer, secretario general de la Confederación de Fútbol de Norte y Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) hasta 2012, se prestó a llevar un micrófono ocultó con el que grabó sus reuniones con los aspirantes a organizar el Mundial y otros miembros de la FIFA.

Blazer se prestó a colaborar con el FBI tras ser acusado de evadir treinta millones de dólares de origen oscuro durante sus veinte años en la CONCACAF. Sus grabaciones permitieron al FBI completar una lista de 45 nombres que están siendo investigados.

Sobre Qatar, las dudas se ciñen a la intervención de Mohamed Bin Hammam, exdirectivo de la FIFA que fue expulsado de la organización tras ser acusado de corromper con dinero a algunos de los que votaron para los Mundiales de 2018 y 2022. Bin Hamman, al tiempo, había anunciado su intención de presentarse a las elecciones de la FIFA, contra Blatter, en mayo de 2015. El último expulsado por estas conexiones ha sido Ganbold Buyannemekh, jefe de la Federación de Mongolia y ex miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación de Fútbol de Asia. La FIFA, que le inhabilitó durante cinco años, ha dicho en un comunicado que “Buyannemekh solicitó y aceptó pagos de Bin Hammam en el contexto de las elecciones para el comité ejecutivo de la FIFA en el Congreso de la AFC en 2009, así como para la elección presidencial de la FIFA en 2011”.