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DEPORTE FEMENINO

Las chicas de la Selección de fútbol cobran 25e de dieta y las del basket, 300

AS reunió en Salamanca a dos jugadoras de la Selección de baloncesto, Leo Rodríguez y Marta Xargay, y dos de la de fútbol, Nagore Calderón y Lola Gallardo. Afloraron las diferencias entre sus deportes. Las chicas del basket parten con ventaja: gozan de mejores condiciones en casi todo.

SalamancaActualizado a
EN SALAMANCA. De izquierda a derecha, Nagore Calderón, Lola Gallardo, Marta Xargay y Leo Rodíguez
Carlos Martínez

Mediodía de un jueves soleado de otoño en Salamanca. La Plaza Mayor es un hervidero de jóvenes, un ir y venir de estudiantes. Es la fiesta de Medicina y se nota. Muchos van disfrazados. Algunas, curiosamente, de futbolistas. Entre la multitud estudiantil, cuatro jóvenes irrumpen en la emblemática y bulliciosa plaza ataviadas con los polos de paseo de sus equipos.

Son Marta Xargay y Leonor Rodríguez, jugadoras del Perfumerías Avenida de Salamanca, y Nagore Calderón y Lola Gallardo, futbolistas del Atlético de Madrid Féminas. Nadie repara demasiado en ellas, pese a que son el objetivo de la cámara de Carlos Martínez. Posan desenfadadas y risueñas. Son las protagonistas del encuentro organizado por AS entre Marta y Leonor, representantes de la Selección de baloncesto que acaba de proclamarse subcampeona del Mundo en Turquía, y Nagore y Lola, de la Selección de fútbol, clasificada para su primer Mundial Absoluto, el de Canadá 2015.

No se conocían en persona, pero es obvio que unas sabían de los logros de las otras. La charla arranca en un centenario y emblemático café salmantino, la tierra de Vicente del Bosque, con la estatua del escritor Torrente Ballester a escasos metros como testigo. Se parte de una premisa indiscutible: el deporte femenino está en auge y sus éxitos están ahí.

“En todos los deportes hemos demostrado y seguimos demostrando que tenemos talento y que estamos consiguiendo medallas. Pero tenemos que ser heroínas y las chicas no queremos ser heroínas. Queremos practicar nuestro deporte, ser profesionales y llegar a vivir de esto y, si nos lo ponen más fácil, pues muchísimo mejor”, arranca Lola Gallardo (Sevilla, 1993), portera del Atlético de Madrid Féminas.

El Mundial abre el debate. La plata de la Selección de baloncesto despierta la curiosidad en las chicas de fútbol, que jugarán el suyo en categoría absoluta por vez primera. Les preguntan cómo se alcanza el éxito en una competición de este nivel. Ahí empiezan a aflorar las primeras diferencias que, de entrada, vienen marcadas por el número de licencias: 144.000 en el deporte femenino mayoritario en nuestro país, el baloncesto, y 40.000 en el fútbol, uno de los minoritarios en porcentaje sobre el total, el 3%.

Marta Xargay (Girona, 1990) desvela algunos pilares sobre los que se sustentan los éxitos de su deporte, la igualdad entre hombres y mujeres: “Antes del Mundial jugamos ocho amistosos, como los chicos. En la FEB el trato, la preparación y el respaldo son los mismos. El presidente (José Luis Sáez) nos acompaña en los campeonatos. Somos sus niñas. Hace tres años pasamos un bache. Nos eliminaron en el Europeo y eso nos dejó fuera de los Juegos de Londres. Fue una debacle, pero, aun así, el apoyo fue máximo. Pase lo que pase, están detrás”.

“Nuestra Liga es la que acaba más tarde y, a la vez, muchas jugamos en España. Eso hace que las concentraciones se atrasen”, desvela Nagore Calderón (Madrid, 1993). Hace unos días la Selección de fútbol tuvo su primera concentración tras clasificarse para el Mundial y jugó un amistoso con la Selección Sub-18 de Madrid.

Los estudios. Leonor Rodríguez, Leo, (Las Palmas de Gran Canaria, 1991), se interesa por saber dónde juegan las futbolistas. Nagore lo aclara: “Casi todas lo hacemos en España, la mayoría en el Barça”. “Nueve del Barça, del Athletic, del Atlético..., y las que juegan fuera”, sigue Lola. En baloncesto se da la situación opuesta: “La mayoría juega fuera porque aquí la Liga ha bajado por el descenso en los presupuestos”, desvela Leo. La canaria es una de las que se marcharon fuera. En Estados Unidos estudió Nutrición y Dietética y ahora cursa un máster. Marta tiene “una miniempresa” y también estudia un máster. Ambas tienen un tutor desde categorías inferiores. “A mí me ayudó a homologar mi título y me ha orientado para encontrar este máster”, relata Leo. “Nosotras no tenemos tutor, pero sabemos que por ser deportistas de alto nivel nos tienen que dar facilidades”, expone Nagore.

Las concentraciones, los viajes, los hoteles y la comida son otros temas en los que se detienen. El equipo que las acompaña es muy similar, con ligera superioridad en el fútbol. Según desvelan, con las chicas del fútbol suelen viajar unas 15 personas por nueve que lo hacen con las del baloncesto. “Ellas también son menos”, bromea Nagore. Sobre los hoteles no hay ninguna queja. Las cuatro consideran que les llevan a buenos sitios. Lo que peor llevan las del fútbol son los largos desplazamientos. En la clasificación para el Mundial les tocó ir a Italia, Macedonia, Estonia, Rumanía y Chequia. “A veces son larguísimos. Hay mil escalas, muchísimas horas de avión. Te tienes que levantar a las cuatro de la mañana y llegas a las doce de la noche”, comentan. “Nosotras no hacemos esas escalas”, contrapone Leo.

Por contra, las de fútbol viajan a veces con un cocinero. “Depende del país. En Rumanía llevamos cocinero”, matiza Lola. “Nosotras nunca viajamos con cocinero. Comemos lo fijado en cada hotel, que es el de todos los equipos: ensalada, pasta, arroz, pollo, fruta”, aclara Marta.

Hablando de viajes es inevitable tocar el tema de las dietas. Recientemente se supo que las internacionales de fútbol cobran 25 euros al día, lo mismo que hace 20 años. Las de baloncesto se hacen las remolonas a la hora de desvelar la cifra, aunque AS ha podido saber que perciben 300 euros, doce veces más que sus colegas futbolistas. “Estamos muy contentas, pero esto sólo pasa en la FEB. En otros países no es así”, confirman. Ante nuestra insistencia, Nagore nos recrimina: “Ya os dicen que están muy contentas...”. Y bromea con su compañera: “Lola, me paso al basket. Creo que nos hemos equivocado de deporte”. “En nuestro caso es al revés. Todas las federaciones pagan muy bien a sus futbolistas. Al final no es tanto por el dinero sino por ver que valoran lo que hacemos”, argumentan Nagore y Lola. El mismo día que AS celebró este encuentro, la RFEF, que semanas antes renunció a la subvención Deporte y Mujer del CSD, anunciaba un fondo para ayudas al fútbol femenino.

Deporte y trabajo. “Yo no sabía que trabajabais. ¿Vosotras trabajáis?”, pregunta Marta, sorprendida. “Nosotras no (Nagore estudia Educación Infantil y Lola, el acceso al Grado Superior de Educación Física), pero aquí muchas trabajan por la mañana, entrenan por la tarde y cuando vienen a la Selección tienen que pedir días de vacaciones”, explica Lola. “En baloncesto, las veteranas tienen 35 años. A lo mejor, al dedicarse sólo a esto y no tener que trabajar, por eso duran más tiempo”, baraja Leo. Las cuatro reconocen que el apoyo a todos los niveles es la base del desarrollo del deporte femenino. Marta desvela que desde hace dos años una marca deportiva les facilita a algunas internacionales las botas. Por contra, las futbolistas se quejan de que las marcas deportivas no les prestan atención. “Lola tiene un patrocinador, HO Soccer, que le da los guantes. A alguna le dan botas de forma puntual y a Vero (Boquete) le han dado botas jugando fuera de España. Ponedlo, a ver si nos llaman”, reclamaron las futbolistas. Vero Boquete, nominada al Balón de Oro, es la única de las 10 candidatas al premio que no tiene contrato publicitario alguno.

En la despedida las de baloncesto dieron algunos consejos a las de fútbol para su Mundial. “Tened buena química”, recomendó Leo. “Pasadlo bien y disfrutad de cada momento”, aconsejó Marta. “El grupo es bueno y, partiendo de eso, todo es posible. Ojalá volvamos con la medalla. Y a ver si nos reciben con un autobús personalizado como el vuestro”, bromeó Nagore.