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VALENCIA - ELCHE

Lico: “Tuve la suerte de jugar en los dos mejores equipos de la Comunidad Valenciana”

Formado en la cantera franjiverde, fue indiscutible en el Valencia junto a Claramunt, Juan Cruz, Quino o Valdez. Pero este sábado no tendrá el corazón dividido.

Actualizado a
Lico.
KANITODIARIO AS

José Antonio Morante ‘Lico’ (Rafal, 1944) vivió las mejores épocas del Elche y del Valencia. Se formó en la cantera franjiverde para explosionar en la primera plantilla junto a otros jóvenes como Marcial o Vavá. Llegó a un Valencia que acababa de ser campeón y fue indiscutible junto a Claramunt, Juan Cruz, Quino o Valdez, entre otros. Este sábado no tendrá el corazón dividido porque apuesta por el Elche, aunque el Valencia sigue ocupando un lugar muy importante en su corazón.

¿Qué le viene a la mente en la previa de este Valencia-Elche?

Mi segundo partido como profesional en el Elche, que fue en Mestalla. Estábamos en descenso y el Valencia era líder. Ganamos 1-2 (Navarro marcó para el Valencia; Casco y Vavá para el Elche). En ese partido se inició un cambio generacional en el Elche: Canós por Quirant, Verdú por Chancho, Llompart por Forneris. Gente como Casco, Araujo o yo irrumpimos en el equipo. Hasta ese momento los únicos jóvenes eran Marcial y Vavá, que debutaron un año antes. Quedamos quintos.

¿Dónde fue más feliz?

Tuve la suerte de jugar en los dos mejores equipos de la Comunidad Valenciana. El momento más bonito de mi vida fue ponerme, por primera vez, la camiseta del Elche, más incluso que cuando me enfundé la de la selección española. Mis dos primeros años en Valencia fueron preciosos y llegué a ser internacional. El primer año jugué Copa de Europa y pasamos dos eliminatorias. Eliminamos al Luxembourg y al Hajduk Split. Casi nos matan en Yugoslavia después de aquel partido...

¿Qué pasó?

El Valencia era un equipo bien construido por Di Stéfano. El que diga que Alfredo no era buen entrenador no tiene ni idea de lo que habla. Empatamos a un gol y yo hice uno de los mejores partidos de mi vida. Gerardo García escribió en AS que si hubiese podido, me hubiese puesto cuatro picas. Yugoslavia era el Brasil europeo y pensaban que nos iban a eliminar fácil. Nos escapamos vivos de milagro. Nos querían pegar, nos tiraron piedras y botellas, rompieron las ventanas de los autobuses... ¡Pasamos miedo! Luego nos eliminó el Ujpesti Dozsa, un equipo húngaro muy fuerte, que acumulaba el 80% de los internacionales de su país en esa época.

Llegó a un Valencia que acababa de ser campeón de Liga. ¿Cómo lo recuerda?

Con Alfredo (Di Stéfano) jugábamos con un 4-4-2. Mi función era ‘barrer’ por delante de la defensa. Más avanzados Claramunt, Adorno o Forment, y Sergio. Los dos delanteros eran internacionales: Quino y Valdez. Los compañeros me llamaban “el ladrón” porque robaba todos los balones. Aquel equipo fue subcampeón de Liga, sólo superado por el Real Madrid. Juan Cruz, Valdez y yo fuimos los tres futbolistas que más jugamos aquella campaña.

¿Qué tal Claramunt?

Pepe (Claramunt) tenía un gran cambio de ritmo, era muy fuerte de piernas. Eso, en ocasiones, le producía lesiones fibrilares. Era un mediapunta con mucha llegada y gol. Era básico en el equipo. Tenía mucho desparpajo, jugaba muy suelto, era anárquico. Él tiraba mucho del equipo y la afición le tenía mucho respeto porque daba la cara y defendía siempre los colores valencianistas. Mantengo buena relación con él si bien, por aquel entonces, se juntaba mucho en el vestuario con su hermano Enrique, que también estaba en el equipo. En mi pandilla estaban Valdez y Quino.

¿Y Di Stéfano?

Le tuve cuatro años de entrenador, uno en el Elche y tres en el Valencia. Estuvimos a punto de fastidiarle la Liga del 71 con el Espanyol. Yo ya estaba fichado por el Valencia y ellos si ganaban, era campeones. Nos impusimos 1-0. Los otros dos aspirantes eran el Atlético y el Barcelona. Si el Valencia no vencía, el que lo hiciera de los dos era campeón. Empataron a uno. Luego me recordaban que me lo tomé muy en serio, pero el fútbol era mi profesión y mi pasión, no podía dejarme llevar. Alfredo era dos palabras: fút-bol. Le gustaba el ataque con un buen sistema defensivo, trabajado de atrás hacia adelante. Para la gente de fútbol era fenomenal, como un libro abierto. Con él podías estar dos días hablando de lo que tuviera que ver con el balón. Además, era simpático y ocurrente. Para los que no interpretaban el fútbol como él podía parecer antipático.

¿Por qué cree que se llevan tan bien las aficiones de los dos equipos?

Porque los dos somos valencianos y porque el Elche, siendo un equipo más modesto, les plantaba cara. Nos tenían mucho respeto. La ciudad de Elche siempre ha caído muy bien en Valencia por los valores que tiene, representados entonces por un equipo joven, trabajador y duro. No había televisión y en cada derbi, en Mestalla o en Altabix, viajaban cinco o seis mil personas de fuera. Había hermandad. Y la sigue habiendo.

¿Qué le parece que el Valencia vaya a caer en manos de capital extranjero?

Qué quieres que te diga... El Valencia es muy querido en todas las localidades de su provincia, no sólo en la capital. Cada día te invitaban a comer en un pueblo. Creo que a la gente no le habrá caído bien esto. El capital extranjero parece que ahora es la salvación de los clubes. Esto ya no es deporte puro porque mucha gente vive alrededor de este negocio y con los ingresos tradicionales no puede mantenerse. Si lo hacen es porque están obligados. De Ondara hacia arriba, hay locura por el Valencia.

¿Ve al Valencia plantando cara a los dos grandes?

Lo que le he visto, me ha gustado. Este año no creo que el Atlético de Madrid pelee por la Liga. El Valencia, con su estilo alegre y ofensivo, estará luchando entre los cinco primeros. Yo simpatizo más, entre los dos grandes, con el Barça pero veo al Madrid campeón de Liga. Tiene mucha fuerza y llegada en su ataque. Y eso que, para mí, el mejor jugador del mundo es Messi.

¿Y las opciones de permanencia del Elche?

Yo sólo quiero que se salve. Mi opinión me la reservo. Este equipo es muy diferente al del año pasado...