"Mi hermano debe aprender a dosificar los esfuerzos"

Las puertas del mercado siguen cerradas para el Elche. A pesar de las peticiones realizadas por Fran Escribá, el club aún no tiene el visto bueno de la LFP para hacer fichajes. Ante esta situación, el técnico se ve obligado a emprender una huida hacia delante con lo que tiene. José Ángel Alonso se mantiene como el único pivote defensivo de la plantilla. Ya ha sido tres veces titular y el domingo, ante el Sevilla, se aproxima la cuarta.

José Ángel es el hermano pequeño del centrocampista Jorge Alonso, conocido por su paso por Hércules, Valladolid y Salamanca. Para el mayor de los dos, la situación ha cambiado. Él está sin equipo, a la espera de algo interesante, y el protagonismo ya no le corresponde: “Me estoy acostumbrando a ser el ‘hermano de’. Para mí es una suerte. Mi familia y yo estamos muy contentos”. Desde Salamanca sigue cada partido del Elche, aunque dice que “intento analizarlos desde un prisma profesional para ayudar con mis consejos, tal y como me gustaría que hicieran conmigo”. “Mis padres sufren más”, asegura.

Jorge Alonso ha disputado más de 200 partidos como profesional – entre Segunda División, Segunda División B y la liga israelí – actuando como mediocentro. Desde su experiencia afirma que, por la forma de jugar del Elche, “el pivote defensivo tiene que trabajar mucho y hacer bastantes kilómetros”. Uno de los consejos que le da en casa a su hermano es que “debe dosificar un poco en los esfuerzos”. “Los partidos se vuelven a menudo de ida y vuelta, y termina acusándolo”, añade. Y no tiene dudas sobre cómo se va a adaptar José Ángel a esa posición: “Tiene capacidad para jugar en esa demarcación más defensiva, unos metros más adelantado de donde lo hace un central”. La diferencia que observa es que “en el centro del campo te vienen de todos los sitios y debes tener más movilidad, pero mi hermano puede adaptar se perfectamente al puesto de pivote”.

Ramírez y Bordalás le quisieron para el Elche

El hermano mayor disfruta viendo al pequeño en Primera División mientras vive la otra cara de la moneda. Se encuentra sin equipo, pese a haber sido, no hace mucho tiempo, uno de los mediocentros más prometedores en Segunda División cuando salió de la cantera de la UD Salamanca. El Elche, en varias ocasiones, tocó a su puerta. La última vez fue con Juan Carlos Ramírez y José Bordalás. Entonces se decantó por el Hércules, antes de irse al Valladolid. En ambos equipos celebró un ascenso a Primera. Luego pasó por Racing y Leganés, y la temporada pasada la acabó jugando en Israel, en el B'nei Sakhnin, y tras regresar a España no ha encontrado acomodo en ningún equipo. Orta, cuando estaba de secretario técnico en el Sevilla, quiso firmarle para el filial hispalense cuando ya despuntaba en tierras salmantinas. A finales de semana llegará a Elche para pasar un tiempo con su hermano y seguir trabajando en solitario.