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SUB 21 | SERBIA 0 - ESPAÑA 0

España y Serbia decidirán en Cádiz su billete al Europeo

Los de Celades dominaron, pero no fueron capaces de superar el muro defensivo rival. El martes será la vuelta en el estadio Ramón de Carranza.

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España y Serbia decidirán en Cádiz su billete al Europeo
ATLAS

Cádiz dictará sentencia sobre la eliminatoria mediante la que serbios y españoles buscan el pase a la Eurocopa del próximo año y, por lo tanto, seguir con vida en el camino hacia Río 2016. El choque de ida en Jagodina, en el corazón de Serbia, resultó tan cerrado como peligroso, tan pegajoso como arriesgado. El empate final deja sensaciones diferentes. De una parte se salió bien parado de un encuentro desagradable; de otra, habrá que sentenciar en la vuelta con el riesgo que siempre entrada defender un 0-0 actuando como local. 

En el primer envite entre ambos, el césped alto impidió ver nada parecido a fútbol y eso favoreció a Serbia, que no sólo estaba cómoda aguantando atrás, sino que amenazaba con salir con velocidad cada vez que recuperaba. Era poco a menudo y tampoco entrañaba un gran peligro, pero servía de amenaza para una Selección desacertada y sin lugar para las alegrías. Deulofeu y Muniain lo intentaron por los costados sin acierto, Morata vino a recibir más que atacar al espacio e Isco se peleó con la pelota hasta conseguir dominarla, pues parecía un conejo más que otra cosa. El madridista era el único que se veía capacitado para hacer algo distinto a la monotonía en la que se fue convirtiendo el choque.

Serbia llegó principalmente a balón parado y sin tampoco poner en muchos apuros a Kepa, titular en la portería en lugar de Pacheco precisamente por su buen dominio del juego aéreo. Un disparo lejano es lo único que en realidad le hizo trabajar en el primer tiempo. Poco. Como también fue poco el argumento ofensivo español, quizá un tiro de Alberto Moreno que se fue alto y otro de Morata muy flojo y centrado como únicos ejemplos.

Según fue avanzando el choque empezó a pesar la importancia del partido de vuelta. España valoró cada vez más el empate y Serbia fue incrementando la presión. Eso dificultó la salida de balón española todavía más, ya de por sí complicada por el patatal en el que había que intentarlo. Srnic apareció por la derecha con peligro y complicó la vida a Alberto Moreno. Sergi Gómez y Muniesa también sufrieron la línea ofensiva más adelantada de los serbios e incluso el defensa del Stoke City pudo cometer un penalti sin querer y de espaldas.

La Rojita sufría más por el miedo de encajar un gol a última hora que por el potencial real de los locales. Celades movió ficha introduciendo a Sarabia en lugar de Deulofeu y España ganó peso. El del Getafe lo probó desde lejos y con un par de córners que bien pudieron acabar en gol, sobre todo uno rematado por Saúl que rozó el poste. Las pocas alegrías españolas llegaron así.

A Serbia se le fueron secando los colmillos en una calma tensa que derivará en el partido de vuelta en Cádiz. Entonces, con un césped en condiciones y un resultado positivo, pero que no permite relajarse, España deberá sentenciar la eliminatoria. Eliminatoria dura, exigente como se esperaba, trascendental. Eliminatoria en el tejado español tras salir con vida de Serbia, que eso es al fin y al cabo lo que cuenta.