"En estos años, el que de verdad apostó por mí fue Javi Gracia"

—Tiene sólo 21 años, pero parece que lleva toda la vida jugando en Primera.

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—Tuve la gran suerte de empezar muy jovencito en el primer equipo, con 16 años. Con 21 años me considero muy joven. Cuando debuté estaba en la escuela todavía y Muñiz me dio la oportunidad. Me dijo que estuviera tranquilo y que jugase como sabía.

—Ha batido varios récords, pero también ha protagonizado algún que otro altibajo. ¿Se siente ya Juami un jugador importante dentro del Málaga?

—Por supuesto. He logrado afianzarme. Hace tiempo dije que este era un año importante para mí. Venía un entrenador nuevo y empezábamos de cero. El míster me ha dado la confianza que un jugador necesita y sólo espero devolvérsela en el campo.

—¿Siente que todo fue demasiado deprisa y que ahora sale de un estancamiento?

—El Málaga ha tenido grandísimos jugadores y para un chaval joven eso siempre es más complicado. Siempre estuve mentalizado para trabajar, mejorar cada año y aprovechar mis oportunidades. Este es el año en el que espero hacer grandes números y también que el equipo haga grandes cosas.

—Juanmi ha sido campeón de Europa Sub-19 en 2011 y 2012 junto a Morata, Jesé o Deloufeu y como competencia de Paco Alcácer, que ahora triunfa y es internacional absoluto...

—Alcácer ha hecho méritos para estar arriba. Los números le avalan. Jugábamos juntos. Yo jugaba un poco más en la banda y Paco está demostrando que es un grandísimo delantero. Un ‘killer’ al que le llega una y la enchufa. Nos complementábamos muy bien. Es un espejo para los chavales jóvenes.

—Buena generación la suya…

—Muy buena. Y las de atrás vienen con fuerza y con hambre tanto en la Selección como en el Málaga.

—Usted fue clave para que Isco viniese al Málaga. ¿Mantienen el contacto?

—Sí. Tengo una buena relación con él. Al ser los dos de Málaga y haber coincidido en la Selección creamos una buena amistad y espero que le vaya muy bien. Hay que agradecerle las cosas que hizo por el Málaga. Peleó cada partido y defendió a muerte esta camiseta. Es un grandísimo jugador y le dio muchas alegrías al Málaga.

—Ahora es hasta padre de familia…

—Sí, ya es un tío hecho y derecho (risas). No conozco al hijo, pero espero verlo pronto. Ya le di la enhorabuena. ¡Seguro que es un padrazo!

—¿Desde que llegó a la élite hasta hoy, de quién ha aprendido más?

—En estos últimos cinco años el que de verdad ha apostado por mí ha sido Javi Gracia. Es quien me ha dado esa oportunidad y esa confianza que un jugador necesita. Y de compañeros, aprendes sobre todo de los jugadores con quien tienes más relación como Portillo o Camacho, que siempre me ha dado muchos consejos. De Santa Cruz aprendes cada día en cada entrenamiento. Y como persona es un diez. Van Nistelrooy tenía una definición espectacular. Pocos delanteros la han tenido como él...

—¿Su cesión al Racing fue un paso atrás?

—No me arrepiento. Futbolísticamente las cosas no fueron como pensaba, pero la experiencia me ayudó a ser más fuerte, madurar y a saber valorar lo que tengo aquí.

—Juanmi está arrancando en la banda izquierda, pero el Málaga genera más peligro y goles cuando usted se acerca al área.

—Me siento cómodo jugando en la banda porque tengo libertad para moverme y puedo aparecer en cualquier zona del campo.

—Y con dos goles anulados, es el Pichichi de ‘la otra Liga’.

—Sí. Soy el Pichichi de ‘los ilegales’ (risas). Eso queda atrás. Fueron errores que pueden tener los árbitros. No hay que darle más vueltas.

—¿Tiene muchas ganas de meter ese primer gol legal?

—Claro. Para un delantero lo más importante es hacer goles. Pero no me obsesiona.

—El próximo rival es el Córdoba, un equipo al que estuvo a punto de irse cedido.

—Existió esa posibilidad, pero ahora estoy donde quiero estar, en el equipo de mi tierra.

—Usted renovó hace poco, ahora le toca el turno a Castillejo, luego Darder... La cantera está pegando fuerte.

—Es una alegría. Málaga siempre ha demostrado tener una grandísima cantera.

—El otro día nos decía Camacho que Samu Castillejo es “una pluma” por cómo corre.

—Es un fideo (carcajadas). No pesa nada. Es un jugador muy rápido con unas condiciones muy buenas y seguro que va a aportar muchas cosas.

—Otro canterano, Portillo, no lo está pasando bien.

—Es una situación complicada porque no está entrando en el equipo. Yo he pasado por eso muchas veces, sé lo que es entrenar y no entrar en el equipo. Tiene la cabeza fría y trabaja para cuando llegue su oportunidad.

—¿Este Málaga hasta dónde puede llegar?

—Hay que trabajar día a día. No hay que ponerse ningún tipo de meta. Trabajando diariamente yo creo que los resultados van a llegar porque hay un buen equipo. Ojalá podamos hacer una grandísima temporada y que el equipo acabe lo más arriba posible. A nivel individual espero concluir el año con unos buenos números que me ayuden a mí y al equipo.

—¿No se asustaron este verano con las marchas de jugadores como Willy Caballero, Eliseu o Jesús Gámez?

—Son circunstancias que pasan en el fútbol. Jugadores que vienen y se van. El Málaga tiene una gran plantilla y se ha reforzado muy bien con chavales jóvenes. Nuestra plantilla es muy joven y está muy bien complementada con jugadores veteranos.