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Barcelona

El club azulgrana solicita un careo que aclare a los peritos

Careo entre Diego Prior, perito elegido por el club azulgrana y Margarita Crous, una de los cinco especialistas citados ayer en la Ciutat de la Justicia por los demandados.

Actualizado a
ACUSADO. Laporta y su Junta no hicieron bien las cosas.
Fernando Zueras

El juicio por la Acción de responsabilidad social a la Junta de Laporta tendrá una capítulo imperdible la próxima semana. A petición del abogado del Barcelona, Fernando Cerdà, y a la espera de tramitar la instancia pertinente, se celebrará un careo entre Diego Prior, perito elegido por el club azulgrana y Margarita Crous, una de los cinco especialistas citados ayer en la Ciutat de la Justicia por los demandados. Será divertido, aunque ella tiene un discurso más fluido.

“No se pueden activar intangibles y no se pueden reconocer la marca ni los canteranos porque no hay mercados y las normas lo impiden. Todo es subjetivo e hipotético”, argumentó Prior, que en algún momento se vio acorralado. Pero siguió con una marcada estrategia ante la reformulación de las cuentas que hizo la Junta de Rosell: “Las salvedades son luces rojas. Estuvo bien hecha la reformulación, ya que pueden tener un efecto devastador”.

Crous trató de aclarar que la reformulación respondía a intereses de la junta entrante de Rosell: “El equipo directivo saliente debía formular las cuentas y presentarlas a los compromisarios; si decidía no aprobarlas, entonces cabría hacerlo así. Las decisiones de la Junta entrante tuvieron que ver. La imagen fiel del club se ajusta más al primer informe que a una reformulación, que responde a sus intereses. Maximizar la prudencia nos aleja de la realidad y crea un perjuicio a mucha gente”, finalizó.

Las salidas de Henry y Touré son un gran foco de conflicto

Uno de los focos de conflicto aparece en las salidas de Thierry Henry (Red Bull New York) y Toure Yaya, traspasado al City. Por el francés, el Barça de Laporta llegó a un principio de acuerdo en el mes de mayo de 2010, aunque la operación no se hizo oficial hasta julio de ese año —con Rosell ya de presidente—, por lo que se le cargan los 6,9 millones que faltaban por amortizar al Arsenal en el debe de la Junta de Laporta. En cambio, de Touré, que fue vendido antes del triunfo en las urnas de Rosell, la cantidad (más de 30 millones) se acumuló en el haber de las cuentas de la Junta de Sandro.