"Era difícil seguir en el Espanyol, no había dinero para refuerzos"

El mexicano Javier Aguirre, nuevo seleccionador de Japón, prefirió hacerse "a un lado" y dejar su último club en la Liga BBVA, el Espanyol, para tomar las riendas del combinado nipón, debido a que "prácticamente no había dinero para reforzar" al conjunto catalán. "El contacto viene desde 2010. Cuando acabó ese Mundial, la Federación de Japón me buscó, pero en ese momento mi hijo pequeño estaba aún en la escuela, así que no podíamos salir de España, y ahora, revivió el interés. Yo ya le había dicho que no al Espanyol, era difícil renovar porque no había prácticamente dinero para reforzar al equipo, así que preferí hacerme a un lado", señala Aguirre en una entrevista a fifa.com publicada este lunes.

El 'Vasco' asegura que "tenía algunas ofertas en Europa", pero que su objetivo era el de "buscar nuevos horizontes". "Y ahí reaparece Japón. Me gustó el proyecto, lo hablé con mi mujer y nos pareció una buena idea buscar el quinto Mundial", comenta el azteca, que se está "familiarizando con el puesto, sobre todo con los jugadores locales" porque considera
que hay que conocer "bien" la 'J-League' local, y que tiene claro que "no hay ningún problema con la adaptación poniendo un poco de tu parte".

El exseleccionador mexicano recalca que el proyecto de los 'Samuráis Azules' "está sustentado con fuerza económica". "Hay una liga sólida y un buen contingente de jugadores en clubes europeos. Por otro lado, tras ver partidos de la liga japonesa, siento que algunos parecen amistosos", aclara AguirrE, que echa de menos "un poco de picardía, en el buen sentido
de la palabra", en relación a las ligas mexicana o española "donde cada minuto se juegan la vida".

Sin embargo, sabe que "no es fácil" enseñar esa 'picardía'. "Cada vez se juega menos en la calle y ahora la enseñanza es más rígida, pero hay que intentar añadir un poco de esto, dentro del margen del reglamento, por supuesto. Que no den balones por perdidos, que manejen el resultado. Sin malas artes, sin dar patadas, pero que el rival sepa que estás metido en el partido", afirma, al tiempo que resalta "el profundo respeto a la persona" y el "orden impecable" que existe.

"Tienen una imagen mía que gusta mucho, la de un técnico aguerrido. Y daremos batalla, pero además intentaremos jugar bien al fútbol. Queremos llegar a ser un equipo que compita en cualquier parte", prosigue el entrenador mexicano, que llega al combinado asiático para "dos años, prorrogables a cuatro" y con "el gran objetivo" de llegar "juntos" al Mundial de 2018
en Rusia.

Además, Javier Aguirre es feliz por empezar un proyecto de cero. "En este fútbol actual es muy difícil asegurar una estabilidad laboral, por más contratos que tengas; si pierdes no tienes nada garantizado. En México las dos veces que llegué al Mundial fue con muy poco tiempo, tapando agujeros e intentando sacar puntos y calificar. Tras más de 10 temporadas en España, el día a día con un equipo representa mucho desgaste. El trabajo de selección tiene la misma exigencia, pero sin la intensidad de partidos domingo a domingo", advierte.

Finalmente, reconoce que México le gustó "mucho" en Brasil. "El mérito es de Miguel Herrera, en cuatro o cinco meses presentó un equipo muy bien trabajado y competitivo. Llevamos seis Mundiales pasando de primera ronda, algo que sólo han conseguido Alemania, Brasil y México. La Liga ha mejorado mucho y cada vez salen más jugadores a Europa", comenta.

"Si Miguel es capaz de sobrevivir estos cuatro años y hay un respeto a su trabajo, creo que se puede dar ese paso. Estamos cada vez más cerca. Quizá también nos haga falta un cruce favorable, esa dosis de fortuna que se requiere en las grandes competencias", sentencia Javier Aguirre.