El Tenerife por fin ve puerta pero no pasa del empate

El Tenerife por fin vio hoy puerta ante un aguerrido Albacete Balompié, aunque solo le valió para empatar un partido que se le puso cuesta arriba, y en el que los goles llegaron por sendos errores de los respectivos guardametas.

El conjunto de Alvaro Cervera salió decidido desde el inicio y así llegó con algo de claridad al área de un cohibido Albacete, aunque los manchegos, en una ocasional embestida también puso a Jacobo en un auténtico brete, pero el poste izquierdo local, en el minuto diez, se encargó de repeler un sutil toque de Rubén Cruz.

No obstante, primeramente Guarrotxena en el minuto cuatro, y Ricardo en el ocho, tantearon al meta visitante con sendos disparos, el primero cruzó excesivamente el balón, y el medio centro, desde la frontal del área, lo envió a escasos centímetros del larguero.

Después de quince expeditos minutos, el encuentro entro en una fase bastante menos acalorada, en la que el Albacete comenzó a cosechar los frutos de su urdimbre defensiva, situación que le permitió acercarse al área blanquiazul con muchísimo más criterio.

En una de estas arremetidas Jorge Díaz, en el treinta y dos, se hizo con un balón en la banda izquierda se internó en el área y ligeramente escorado conectó un disparo que engañó por completo a Jacobo, y tras el meta rozar mínimamente el balón con su mano derecho, entró mansamente en su meta.

El cuadro insular trató de igualar la contienda poco después, pero lo evitó Alberto con dos buena intervenciones, primero tras un remate de Guarrotxena y luego con un cabezazo de Aridane, mientras que los manchegos César Díaz y Portu, ya en la recta final, también probaron fortuna con dos lanzamientos de larga distancia.

Tras la reanudación una comprometida cesión del defensa Antoñito a su portero Alberto permitió a Guarrotxena rechazar el mal despeje del meta, y que el balón quedase muerto a los pies de Aridane y el espigado ariete, en el cincuenta y ocho, marcó a puerta vacía.

Este tanto no quebranto el atrevido engranaje albaceteño, sobre todo al abrirse mucho más el encuentro, con continuos ensayos por parte de ambos contendientes, aunque carentes todos ellos de remates efectivos en los metros finales.