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La intrahistoria

Warburton: “No me extraña que Gareth Bale llegara a la élite”

El gran ídolo de la Gales de rugby probó antes como futbolista. ¿Ser Madridista?: “Por Gareth lo que sea menos eso, soy muy fan del Tottenham”, comenta entre carcajadas.

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Warburton: “No me extraña que Gareth Bale llegara a la élite”

El debate entre el rugby y el fútbol se extiende a Sam Warburton y Gareth Bale, compañeros de pupitre en el Whitchurch High School, ambos ídolos de masas entre su gente. Más aún Warburton, sobre todo en los inicios de sus respectivas carreras y en Cardiff, ya que el capitán de la Gales de rugby y de los British and Irish Lions (el más joven en serlo en la historia, cuando se juntan los mejores de Inglaterra, Escocia, Gales, República de Irlanda e Irlanda del Norte para torneos de exhibición) siempre jugó en los Cardiff Blues. Bale inició su carrera profesional en el Southampton.

A ambos siempre les unió una gran amistad que se fue diluyendo cuando sus destinos se separaron. “Nunca pensé que algo así nos pudiera pasar a dos chavales de Whitchurch”, confiesa Warburton, al que Bale partió el corazón cuando fichó por el Madrid, ya que es fan incondicional del Tottenham. Tanto, que en su casa pusieron a sus mascotas (tenía tres perros) nombres de jugadores míticos de los Spurs: Gus (por Poyet), Teddy (por Sheringham) y el fallecido Glenn (por Hoddle). Por eso cuando AS va a su encuentro en el centro de entrenamiento de Vale Glamorgan (en su lujoso hotel se hospedará el Madrid para la Supercopa) y le pregunta si ahora es madridista, contesta muy serio: “Por Gareth lo que sea, menos eso...”, y suelta una carcajada.

“Me gustaría decir que había rivalidad entre los dos en la escuela. Pero la realidad es que yo era más fuerte y que él corría más. Era un tío tranquilo, no tenía problemas con nadie... No me extraña que llegara donde lo hizo, a la élite. Cuando lo veía por la tele en el Tottenham alucinaba. Pero luego me daba por pensar: ‘No eran sólo sus cualidades, sino la dedicación con la que las desarrollaba’.

Jez Warburton, el padre del ídolo del rugby (bombero de profesión nacido en Londres), quería que sus dos gemelos (Sam y Ben) fueran jugadores de fútbol. Su esposa Carolyn, más clásica en lo cultural, quería que jugasen al rugby. Con 14 años, cuando Bale acababa de fichar por el Southampton, fueron a hacer las pruebas para el Cardiff FC: “Ahí me di cuenta de lo ridículo que era esa posibilidad, de lo difícil que iba a ser convertirme en futbolista profesional”. Los gemelos giraron al rugby. Una lesión de hombro truncó la carrera de Ben, que ahora es fisioterapeuta de prestigio en los Newport Dragons. La historia de Sam es conocida de sobra. Y paralela a la de Gareth Bale. Dos chicos humildes de Cardiff que cumplieron los sueños de sus padres (el del futbolista conserje de escuela y el del jugador de rugby bombero) y los suyos propios, ser alguien importante en el deporte. “Cuando piensas en nuestra adolescencia es increíble ver lo que conseguimos...”.