RCD ESPANYOL
Caicedo ya marca para el Espanyol, que ganó al Tenerife
El conjunto de Sergio González demostró la superior categoría sobre el terreno de juego, frente a un meritorio e ilusionante Tenerife, falto de gol, pero con buena imagen.
El Real Club Deportivo Espanyol se adjudicó la XLIV Edición del Trofeo Teide, al derrotar, con un solitario gol de Caicedo en el tramo final del partido, al Tenerife (0-1).
El conjunto de Sergio González demostró la superior categoría sobre el terreno de juego, frente a un meritorio e ilusionante Tenerife, falto de gol, pero con buena imagen.
No hubo un dominador claro en los primeros minutos, en los que quería el balón el conjunto visitante, pero contragolpeaba bien el Tenerife. Ifrán no podía con Colotto, en retaguardia perica, mientras que Vitolo y Aitor Sanz superaban claramente en el centro del campo a David López, lo que propiciaba continuos robos de balón por parte tinerfeña.
El Tenerife probó fortuna, en el minuto 13, con un cabezazo de Maxi, a centro de Aridane, flojo, sin problemas para el meta catalán. Mientras que Ifrán, con gran movilidad en esta primera parte, a la media vuelta, lanza un balón que rechaza Kiko Casilla, recoge Aridane y marca, pero en posición ilegal. Por parte españolista, Víctor Sánchez, desde la frontal, lo intentaba, pero sus opciones se iban por encima del travesaño.
A la media hora de juego, y tras el conocimiento mutuo, se ajustaron las marcas, y sólo cuando llegaba la calidad individual, aparecieron las ocasiones. Sergio García remata un centro de Abraham, alto, mientras que Diego Ifrán pudo llevar por delante a su equipo al descanso, cuando recoge un córner de Maxi con el pecho, baja al suelo el esférico, se zafa de Colotto, pero disparo fuera, ajustado a la escuadra.
Tras la reanudación, Jacobo rechazó un disparo raso de Sergio, mandando a córner, en la primera intentona tras el asueto, con el conjunto de Sergio González más decidido a llevarse el Trofeo. Pero el Tenerife no quería darse por vencido, ni dejar de celebrar un título, y puso ilusión y coraje en su juego, con el que pretendía superar al rival de superior categoría.
El partido daba la impresión que se resolvería por una mínima diferencia en el marcador, aunque el partido se había abierto definitivamente. Sergio García avanza sobre área tinerfeña, esperando la entrada de Caicedo, que se planta ante Jacobo y le bate de tiro cruzado. El Espanyol había buscado el gol, sin grandes esfuerzos, con calidad, ante un Tenerife que lo iba intentando, igualmente, con sus recursos.
Los cambios propiciaron mayor amplitud en el juego, sin grandes marcajes, y así, mientras el Espanyol ahora contragolpeaba con peligro, era el conjunto de Alvaro Cervera el que sufría para alcanzar la meta rival, para poner un empate que no llegó, pese a los intentos.