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Antonio Veiga

Es consuegro de Cundi, legendario lateral del Sporting

Se dio a conocer a la afición rojiblanca cuando en 1992 se convirtió en el segundo accionista de la entidad comprando acciones por valor de cinco millones de pesetas.

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Antonio Veiga Suárez es un veterano seguidor sportinguista que se dio a conocer a la afición rojiblanca cuando en 1992, con la transformación del club en SAD, se convirtió en el segundo accionista más importante de la entidad a título individual, por detrás del legendario ex futbolista Enzo Ferrero. Veiga compró acciones por valor de cinco millones de pesetas e intentó convertirse en representante de los accionistas minoritarios. Tras una presencia testimonial, de un par de meses, en aquel Consejo de Administración que sufrió el descenso a Segunda en 1998, el máximo accionista José Fernández le llamó en 2002, a través del ex directivo Luis Mitre, para formar parte del equipo de gobierno rojiblanco que pasaría a presidir Manuel Vega-Arango. Hasta noviembre de 2012 fue el vicepresidente del club. La dimisión de Vega-Arango le llevó a asumir la presidencia en funciones hasta que fue nombrado presidente el 21 de junio de 2013 y ratificado en la posterior junta de accionistas.

Este ingeniero técnico, nacido en el pequeño pueblo minero de Pumarabule, localidad a unos 30 kilómetros de Gijón, está casado y tiene dos hijos, Antonio y César. Con ellos comparte la empresa familiar Veiga Ingeniería y Peritaciones. Su hijo César le hizo emparentar con el que fuera legendario lateral izquierdo sportinguista, Secundino Suárez, ‘Cundi’. Veiga no oculta que habla mucho de fútbol con su consuegro, “pero siempre de lo que ocurre en el campo”. Confiesa también que Cundi le ha enseñado muchas claves de la trastienda de este deporte.