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UNIÓN BERLÍN 2 - SEVILLA 1

El Sevilla no encuentra su eficacia ante el Unión Berlín

Perdió su primer amistoso al ser incapaz de superar a un Unión Berlín que tuvo fortuna en sus llegadas al ataque y sonrió ante la incapacidad del equipo nervionense.

Actualizado a
El Sevilla no encuentra su eficacia ante el Unión Berlín
Oliver MehlisEFE

Emery quería más intensidad y la encontró. Pero ésta careció de eficacia. Antonio Romero formó en la medular junto a Krychowiak, que volvió a demostrar que llega con facilidad a posiciones ofensivas, descolgándose de la medular. Ello no favorece a la toma de posesión, aunque sí a ganar efectivos en los últimos metros. Un buen pase del polaco a Juan Muñoz pudo suponer la apertura del marcador, pero el canterano erró en el remate. Tampoco tuvo más fortuna Iago Aspas, que realizó movimientos interesantes pero no encontró el acierto en sus remates tras sendas asistencias de Alberto Moreno y Aleix Vidal. Mientras, Reyes dejaba contadas gotas de calidad en el flanco izquierdo, aunque el Unión Berlín frenó bien cada acometida sevillista. La fuerza del Sevilla asomaba, pero no su capacidad de creación, muy limitada con el rival replegado.

Los cambios del segundo tiempo posibilitaron que las líneas fuesen más profundas en el Sevilla. Iborra dio más contundencia a la medular y los riesgos fueron mayores. Una internada de Coke casi termina en tanto de Aspas, pero el gallego buscó demasiada perfección en su lanzamiento. En la jugada sucesiva, un acción aislada de los alemanes posibilitó que Nebihi abriera el marcador ante un inédito Barbosa.

Ahí comenzó una nueva batalla para el Sevilla. Los de Emery sufren sin espacios en un sistema diseñado para aprovecharlos. La pausa escasea en la zona de creación y el Unión Berlín se sintió en un partido para el olvido. Ni la velocidad de Jairo, ni la capacidad de llegada de Iborra ni los detalles de Carlos Fernández mejoraron la situación. Pero apareció Vitolo. El canario fue el más listo de la tarde y tras avisar con algún atrevimiento individual dibujó una jugada perfecta por el flanco izquierdo para regalar las tablas a Jairo. Duraron poco. Una polémica acción en la que ingresó al campo un jugador desde la banda para robar el balón propició un claro penalti de Barbosa. Los alemanes festejaron su tanto ante la mirada de un Sevilla impotente. Ya no trascendió más en un choque del que Emery seguirá sacando conclusiones.