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Regresa un emblema del club

Hierro es un símbolo del Real Madrid con 27 años de fútbol

Jugó 14 temporadas en el Madrid y salió en 2003 por la puerta de atrás. Se retiró en la Premier, director deportivo de la Selección y del Málaga y vuelve al banquillo de su casa.

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Hierro es un símbolo del Real Madrid con 27 años de fútbol

La carrera de Fernando Hierro (23-03-1968, Vélez-Málaga) en la élite comenzó el 4 de octubre de 1987 con el Valladolid. Tenía 19 años y fue su debut en Primera División, pero no tardó en deslumbrar. En el verano de 1989, Atlético y Madrid se pelearon por su fichaje. Ramón Mendoza ganó el pulso a Jesús Gil con una última contraoferta al Valladolid cuando el malagueño estaba muy cerca de los rojiblancos. Llegó al Bernabéu por 1,3 millones de euros (su coste se incrementó 600.000 euros porque Luis Suárez le convocó para el Mundial de Italia 1990, a pesar de que no jugó ningún partido) y no se movió de La Castellana en 14 años. Se convirtió en uno de los símbolos del club.

Disputó 601 partidos oficiales de blanco en los que logró un brillante palmarés: tres Champions, cinco Ligas, una Copa del Rey, dos Intercontinentales, una Supercopa de Europa y cuatro de España. Además marcó 127 goles y actualmente tiene el privilegio de ser el 12º máximo artillero de la historia del club. Con la Selección jugó 89 partidos (cuatro Mundiales y dos Eurocopas) e hizo 29 goles.

Lució el brazalete de capitán del Madrid en sus dos últimas temporadas. Algunos le acusaron de tener demasiado poder en el vestuario. Entre otras cosas aseguran que exigió a Del Bosque que Casillas fuera suplente en la temporada 2001-02 y jugase César. Hierro lo califica como una “leyenda urbana”.

Su salida del Madrid llegó una temporada después y fue por la puerta de atrás tras una discusión con Florentino Pérez. En 2003, durante los festejos del título de Liga se negó a dar una segunda vuelta de honor al campo y en la cena de celebración del título en el Txistu amenazó con no ir a la Comunidad y al Ayuntamiento porque Ruiz Gallardón no dejaba a Raúl subir a la Cibeles a ponerle la bandera y la bufanda del Madrid. Tenía apalabrada con el club su renovación, pero tras los sucesos de aquella noche nada se cumplió. Llegó a denunciar a la entidad por ello, pero se solucionó con un pacto antes de llegar a juicio. Se fue a la vez que Del Bosque y sin el homenaje que se ganó en el campo.

A sus 35 años emprendió la aventura de la liga qatarí. El Al Rayyan fue su destino. Jugó 19 partidos en los que marcó tres goles y rivalizó con Guardiola o Batistuta, pero el reto se le quedó pequeño y volvió a cambiar de aires. Fichó por el Bolton y en la Premier disputó 30 encuentros. La afición le pidió que continuase jugando, pero en mayo de 2005 dijo adiós al fútbol... como jugador. Pocos días después volvió al Bernabéu para hacer el saque de honor de un derbi bajo una ovación y empezó su retiro.

Traje. Sólo estuvo dos años ‘alejado’ del fútbol. Un tiempo que aprovechó para realizar los cursos de director deportivo y de entrenador. En septiembre de 2007 volvió a la escena como director deportivo de la Selección. Era un director deportivo “de chándal”, cercano a los jugadores que ganaron la Eurocopa en 2008 y el Mundial en 2010. Además, en esa etapa completó las prácticas para obtener el título de instructor de fútbol base. En 2011 dejó el puesto para irse al Málaga, donde fue mánager general hasta que en 2012 decidió irse. Paulatinamente se fue acercando al Madrid a través de la Asociación de Veteranos. Mientras, seguía con sus funciones como miembro de la Comisión de Fútbol de la UEFA (desde 2008), de la FIFA Task Force y tiene negocios en Qatar. Un todoterreno del fútbol que vuelve al banquillo de su casa.