FINAL | ARGENTINA
Romero, Demichelis o Rojo dan razón a Sabella ante las críticas
Apostó por ellos en contra de la opinión pública y son clave en el Mundial. Sobre todo Romero, que ayer dio a Argentina el pase a la final.
Suplente de Subasic toda la temporada en el Mónaco pero titular con Argentina en el Mundial y héroe en los penaltis frente a Holanda. La campaña del portero Sergio Romero ha tenido altibajos que sólo el fútbol es capaz de ofrecer. De verse frustrado por no jugar en su club en el día a día ha pasado a entrar en la historia del fútbol argentino por sus dos paradas ante Vlaar y Sneijder en los penaltis de las semifinales mundialistas. Una actuación que le hizo equipararse a Goycoechea, el portero de los 90 que también entró en la historia por atajar penaltis decisivos con Argentina durante el Mundial de Italia.
Si alguien puede atribuirse el éxito de haber recuperado a Romero es el técnico Sabella. Durante muchos meses tuvo que soportar la feroz crítica argentina en torno al tema del portero. Muchos analistas no entendían que pudiera confiar en un guardameta suplente cuando hubo varios, incluso alguno no convocado como Willy Caballero, que ofreció un gran rendimiento durante este curso en sus respectivos clubes. Sin embargo, Sabella insistió con Romero por la gran fe que le tenía desde que era juvenil y éste le respondió cuando más importante era, en una semifinal y con algo tan importante en juego.
El caso del guardameta no es el único en el que Sabella ha salido triunfador pese a ir a contracorriente de la opinión pública. El central Demichelis, el lateral izquierdo Rojo, incluso la insistencia de Mascherano como mediocentro o Higuaín en punta, además de ausencias sonadas como la de Tévez, fueron decisiones que llenaron páginas y páginas en Argentina. Ahora, con la clasificación para la final mundialista en el bolsillo y con Romero como héroe destacado, las miradas se centran sobre el técnico. Su apuesta por la gente en la que confiaba ha salido bien, mejor incluso de lo que la gente podía esperar. Ese es su gran triunfo en Brasil.