Más caos por la huelga de metro
Quinto día de paros y peleas entre Policías y huelguistas
Gobierno y sindicatos negocian ya el fin de las protestas. Miembros del comité de la FIFA revelaron que sería “una pesadilla” si la huelga no terminara antes del inicio del Mundial.
Sao Paulo vivió el quinto día de caos y disturbios por la huelga de los trabajadores del metro de la ciudad que albergará el partido de apertura del Mundial pasado mañana. Sólo la mitad de las estaciones funcionaron ayer con normalidad y, en una de ellas, hubo enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes. Los huelguistas intentaron bloquear el tráfico delante de la estación Ana Rosa utilizando hogueras hechas con basuras y pedazos de madera. Minutos después, los agentes antidisturbios de la policía militar, armados con escudos y porras, usaron gases lacrimógenos para dispersar a un centenar de manifestantes. Trece personas fueron detenidas.
Poco después del enfrentamiento, el gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alkmin, anunció el despido de 60 huelguistas.
Aunque la huelga fue declarada ilegal el domingo por un tribunal brasileño, fueron estos despidos los que cambiaron la situación. “El Mundial no es una excusa para nosotros”, afirmó el líder del sindicato de empleados de metro, Paulo Pasin, que aseguró que están estudiando levantar la huelga en el caso de que los 60 trabajadores que perdieron el empleo sean readmitidos. “Queremos reabrir las negociaciones”.
El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, afirmó “no estar preocupado” con la huelga y que el acceso a la Arena Corinthians, dónde Brasil se enfrenta a Croacia el jueves, estuviera planeado que se realizara por el metro. Aunque miembros del comité de la FIFA (como los responsables por la seguridad del Mundial) revelaron al Estado de Sao Paulo, amparados en el anonimato, que sería “una pesadilla” si la huelga no terminara antes del inicio del campeonato.