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Crisis directiva culé

La derrota en Copa deja a la directiva azulgrana en el alambre

El partido del Athletic de Bilbao en la Liga es toda una trampa para la junta directiva del Barcelona. Hasta ahora, el equipo mantenía al club. Ahora ambos caen a peso.

Actualizado a
Bartomeu afronta unas semanas decisivas en su mandato.
Fernando Zueras

Anuncia el parte el meteorológico que el domingo de Resurrección lloverá. En el Camp Nou, además, puede haber tormenta. A las 21:00 horas, el Barcelona se enfrentará al Athletic de Bilbao en el partido post depresión en la semana del Vía Crucis culé en el que se ha perdido la final de Copa, se cayó en la Champions y en la que se perdieron muchas opciones de luchar por la Liga. El juicio de los pocos aficionados que acudan al estadio barcelonista puede dejar a una directiva que camina por el alambre temblando y a las puertas de un huracán pre electoral.

Después de 15 nefastos días, la directiva está más en falso que nunca, que ya es decir. Tras la huida de Rosell, Bartomeu logró superar con holgura el referéndum para la reforma del Camp Nou, que se ha descubierto con el tiempo como la piedra maestra de la obra de gobierno de esta junta muy por encima del proyecto deportivo que se ha ido marchitando progresivamente.

El refranero popular catalán explica con precisión la situación: “A cada bugada, perdem un llençol” (en cada colada se pierde una sábana) hasta que al final, al Emperador no le ha quedado nada que ponerse. Primero se perdió la presión, luego la intensidad, luego se cayó la disciplina seguido del fondo de armario a lo que le sucedió el juego de posición, hasta que en el cúmulo de todos los despropósitos, la FIFA disparó a la línea de flotación del club simbolizada en La Masia. El castigo de no fichar en dos ventanas de mercado que pesa sobre el Barça es, a día de hoy, un cataclismo.

Hasta ese momento, el equipo, que tal y como se encargaba de recordar Martino, aspiraba a todas las competiciones, aguantaba a la entidad. Descalabrado el equipo, la institución va en caída libre. Las voces que exigen elecciones anticipadas cada vez son más atronadores y el Domingo de Resurrección, ante el Athletic en el Camp Nou, pueden hacerse más evidentes que nunca.

Desprovistos del paraguas de Martino, que ya ha anunciado que se marchará a final de temporada después de pactar su salida de mutuo acuerdo con el club, y con Zubizarreta en la cuerda floja, la junta no tiene ya parapeto alguno tras el que parecerse. Encima, la visita de Valverde, uno de los entrenadores que habitualmente suena para el banquillo culé, es un invitado peligroso en una noche que se prevé de mucha tensión.

Bartomeu, a ‘mover el árbol’ de los despachos

Si supera este final de temporada sin elecciones, Josep Maria Bartomeu tiene previsto mover el árbol de la directiva y de los puestos ejecutivos para llevar a cabo una crisis de gobierno en el club que se puede llevar por delante a algunos directivos, que serían apartados de puestos relevantes y a algunos de los principales ejecutivos. En este sentido, la dirección deportiva que dirige Zubizarreta sería uno de los departamentos más afectados y que pagaría el pato de una temporada desastrosa.

Muchos directivos del club señalan a Zubizarreta como el principal responsable de lo acaecido esta temporada y presionan al presidente para que introduzca cambios en la política deportiva del club a pesar de que la sintonía entre Bartomeu y el secretario técnico es total. Zubizarreta ya puso su cargo a disposición de la junta la semana pasada cuando estalló la crisis de la sanción de la FIFA. En primera instancia el club y el propio Zubizarreta negaron este extremo, aunque posteriormente el propio presidente lo reconociera ante los micrófonos de Catalunya Ràdio el pasado lunes.