Al Tata Martino no le salva ni la Copa y en el Barça gusta Klopp

Ni siquiera una victoria el miércoles en la final de la Copa del Rey ante el Madrid sería suficiente argumento para cambiar el futuro de la relación entre Gerardo Martino y el Barcelona, que parece estar condenada a acabar este primero de julio, a pesar de que al entrenador argentino le queda aún un año más de contrato con el Barça. Ni el técnico parece dispuesto a seguir ni parece que en el club vaya a suponer un trauma su salida cuando acabe la temporada. Así pues, la cláusula de penalización mutua que existe en el contrato si no se llegaba a la segunda temporada se podría romper de mutuo acuerdo sin coste alguno para el entrenador o para la institución.

Ante la posibilidad de que el Tata se vaya a final de temporada, el carrusel de nombres para sustituirle ha empezado. El primero en salir a la palestra ha sido el de Jürgen Klopp, entrenador del Borussia Dortmund, quien ya tiene decidido dejar el equipo, pese a que hace un año renovó hasta 2017.

Opción Löw. La idea de Klopp, que ya ha sido contactado sin éxito por algunos de los principales equipos de Europa, es la de dirigir después del Mundial de Brasil a la selección alemana tomando el relevo de Joachim Löw. En el caso de que no pudiera o no quisiera Klopp deshacer esas conversaciones con la Federación Alemana, la opción de contratar a Löw también sería muy apetecible para el equipo barcelonista.

No obstante, todo en el Barcelona está cogido con las pinzas de la provisionalidad. Primero porque el próximo proyecto deportivo depende de que la FIFA levante la sanción (o el TAS conceda la cautelar) y segundo porque la Junta está en falso a la espera de lo que pase en la final de Copa.