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Valencia

Soler le reclama a Vicente Soriano 85 millones de euros

Desde 2009 están enfrascados en demandas y recursos judiciales. Hace un año la empresa de Soler entró en Concurso por impago de los pagarés de Soriano .

Actualizado a
Soler y Soriano solo se han llevado por interés.
Alberto IranzoDIARIO AS

Nunca han comulgado uno con el otro. Lo suyo a buenas solo fue una relación de interés. Sin más. A malas, pleito tras pleito. Desde 2009 el distanciamiento entre Juan Soler y Vicente Soriano era público y notorio. 85 millones de euros tienen la culpa, cuyo impago, entre otras cosas, provocó que hace un año la principal empresa de Soler entrara en Concurso de Acreedores.

Juan Soler, cuando se convirtió en máximo accionista del Valencia tras comprar las acciones de Paco Roig, tuvo que incluir a Vicente Soriano en su Consejo de Administración porque era el segundo máximo accionista del club (con 10.000 títulos). Pero, prueba de que no era de su cuerda, el nombre de Vicente Soriano se relacionó por primera vez con el Valencia precisamente por ser parte de la candidatura de ‘Cor i Força’ que encabezaba Paco Roig.

Soriano, no obstante, fue vicepresidente de Juan Soler desde 2004 a 2006. En ese tiempo gestionó la única operación beneficiosa de la era Soler. La venta de unos terrenos en Porxinos a Nozar por más de 150 millones de euros. Soriano, además, fue el encargado de poner en marcha el concurso de diseños del futuro estadio. Pero, cuando éste ya estaba en marcha, Soler le apartó. De hecho canceló el concurso y decidió el proyecto a dedo.

En 2007, Soriano presentó su dimisión como consejero del Valencia. Pero en 2008 volvió a escena. Y lo hizo para ser nombrado presidente. Para ello alcanzó un acuerdo con Soler. Por interés mutuo, claro. En los 15 días de Juan Villalonga como consejero delegado, éste propuso una ampliación de capital. Y claro, de llevarse a cabo, Soler y Soriano deberían haber puesto de su bolsillo dinero para no perder poder accionarial. Soriano logró que Soler le cediera un año las acciones, con el compromiso de vender la parcela de Mestalla a 31 de diciembre de 2008. Pero no lo logró.

En junio de 2009, Soriano negoció la venta del 51 por cien de las acciones del Valencia con Inversiones Dalport. Las suyas, las de Soler y otros máximos accionistas. A Soler le corresponderían 85 millones. Pero Dalport, una empresa de nula transparencia, se esfumó con la ampliación de capital (origen de los problemas de la Fundación VCF). Soler se quedó sin dinero y, por la ampliación, sin mayoría accionarial. Demandó a Soriano por incumplimiento de contrato y el Supremo le ha dado la razón ya en dos de los cuatro pagarés: 59 millones.

Del 37 por cien a poco más del 4

La operación Dalport y la ampliación de capital que Manuel Llorente, Javier Gómez, Bancaja y la Generalitat orquestaron en 2009 para evitar la entrada en el Valencia CF de dicho grupo de nula reputación, provocó que Juan Soler, además de no ver ni un euro, pasara de controlar el 37 por cien del club a solo el 4,2.