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AS COLOR

Césped artificial: todo empezó en Texas

El primer campo sintético profesional fue usado por los Houston Astros (béisbol) en 1965 y poco a poco va introduciéndose en el fútbol actual.

Actualizado a
GRAN RESISTENCIA. En el fútbol, los campos artificiales son cada vez más comunes y se usan en países como Rusia.

En 1972, AS Color destacó la primera superficie de césped artificial en el mundo del fútbol, instalada en Londres y cuyo coste había sido de 90.000 libras esterlinas. Sin embargo, todo realmente empezó en Texas, en 1960, cuando la MLB (Major League Baseball) decidió expandirse y agregar dos franquicias a su liga: los Colt 45s de Houston (renombrados Astros en 1965) y los Mets de Nueva York. En el estado de la estrella solitaria, como se le conoce en EEUU, a raíz de su bandera estatal, los dueños de la franquicia poco esperaron para construir el estadio que acogería al nuevo equipo de béisbol de la ciudad.

Entonces, no se conocían los estadios cubiertos. Pero Roy Hofheinz, exalcalde de Houston y mayor inversor en la nueva franquicia, decía estar harto de acudir a partidos de los Houston Buffalos (antiguo equipo de las ligas menores de béisbol), en el Buffalo Stadium, junto a su hija y ver cómo “la mitad de las veces se suspendían por lluvia”. Además de tener un clima húmedo, la localidad texana promediaba temperaturas de 36 grados centígrados durante los veranos en plena luz de sol, algo que, junto a la humedad creaba un calor insoportable para los deportistas y aficionados.

A Hofheinz le faltaba muy poco en la vida y, mientras paseaba por las avenidas de Roma en uno de sus frecuentes viajes por el mundo, se quedó apasionado con el Coliseo. El magnate escuchó con mucho cuidado el relato histórico de su guía personal en la visita del lugar histórico y, en particular, sus explicaciones sobre lo que los romanos ancianos llamaban ‘velarium’: un toldo gigante con telas pintadas que se estiraba por encima de las gradas para aliviar el sol y el calor del público. Tal fue la inspiración de Hofheinz en dicha visita, que abandonó por completo su proyecto de The Galeria, el que iba a ser el primer centro comercial del mundo con aire acondicionado al completo, para enfocar su dinero y su atención en lo que se conocería como el Astrodome de Houston.

Los arquitectos del estadio incorporaron las ideas de Hofheinz al proyecto y el 9 de abril de 1965, con un concierto de The Supremes, se llenó el aforo del recinto. La acústica del estadio estaba muy trabajada y el primer evento en el estadio fue todo un éxito. Luego llegaría el primer partido de béisbol y, con él, las primeras quejas. La superficie era de cynodon dactylon, conocido en inglés como “Bermuda grass”, el tipo de césped más abundante de la Tierra en la actualidad. Los arquitectos, inspirados por el velarium del que tanto les había hablado Hofheinz, se aseguraron que él césped tuviese suficiente luz natural, instalando paneles dispersos de polimetilmetacrilato (uno de los plásticos más usados en el mundo de la ingeniería) en el techo. Sin embargo, la idea terminó siendo un fracaso absoluto, debido a las quejas abultadas de los jugadores locales. ¿El problema? Que el reflejo del sol procedente de dichos paneles era muy molesto y objeto de culpa por parte de los Astros cuando fallaban en sus intentos de atrapar bolas bateadas por los contrarios.

Naturalmente, con el éxito deportivo siendo la prioridad, los dueños pintaron de blanco la mitad de los paneles y los deportistas quedaron satisfechos. Sin embargo, poco tardó el césped en morir y ya apenas quedaban tiras verdes sobre el campo, y se jugaron varios partidos sobre una superficie gris y deprimente a la vista. Ni siquiera había terminado la primera pretemporada de los Houston Astros. Se pintó el césped muerto con pintura verde, pero los dueños sabían que no podía estar así mucho tiempo.

Los empleados, con el visto bueno de Hofheinz, se pusieron manos a la obra para encontrar una solución a este problema. Fue en esas fechas cuando oyeron hablar de Chemgrass, el primer sistema de césped artificial. Hasta entonces, su instalación más prominente había sido en el Moses Brown School, un pequeño, pero prestigioso instituto en el estado de Rhode Island. ¿Artificial? ¿Qué riesgos tiene? ¿Cómo se mantiene? Las dudas de los Astros eran abundantes, y era normal. Iban a dar un salto de fe siendo la primera institución deportiva en usar esta nueva tecnología. Si se descubría cualquier elemento dañino o dudoso en este sistema, la polémica iba a ser infinita. Pero había que arriesgarse y la franquicia lo hizo a medias, instalando Chemgrass en el diamante interior del campo.

‘Opening day’, primer partido de la historia de los Astros: Bob Bruce es el lanzador elegido. Los de Houston pierden 0-2 contra los Phillies de Filadelfia, pero el examen del césped, aprobado y sin quejas de los jugadores ni el público. Además, el boom mediático del acontecimiento hizo que Chemgrass patentara y se quedara con el nombre de AstroTurf.

A partir de ahí, todo fue sobre ruedas. En 1967, la Universidad Estatal de Indiana hizo de su estadio el primer complejo al aire libre en usar AstroTurf. La demanda creció con el tiempo y la marca creó su primera fábrica en 1968, en Dalton, Georgia. En 1970, los Cincinnati Reds albergaron los primeros partidos de World Series (la gran final del béisbol) en césped artificial. En el mismo año, la marca también hizo su primera aparición en el mundo de la televisión, forrando el jardín de la serie La Tribu de los Brady con AstroTurf. 1974 fue el año de su introducción al fútbol americano y se disputó en Houston... pero curiosamente no en el Astrodome. La octava Super Bowl, el mayor evento deportivo de EE UU, se jugó en el Rice Stadium (al aire libre), de la Universidad de Rice.

En 1999, el Real Madrid se convirtió en el primer club europeo en instalar Astroturf en sus campos de entrenamiento (en Valdebebas).

Desde sus inicios, hace ya casi 50 años, mucho ha cambiado en el mundo del césped artificial. En el béisbol ya sólo dos equipos (Tampa Bay Rays y Toronto Blue Jays) siguen jugando en él. Y AstroTurf, pese a ser la referencia inicial, es casi ya obsoleta y la empresa reina es ahora FieldTurf (21 de los 32 equipos de la NFL la tienen). En 1987, la polémica empresa de alimentación en EEUU, Monsanto, tomó el mando de las operaciones y es probable que eso dañara la reputación de AstroTurf.

Los expertos consideran que en un futuro no lejano el césped sintético predominará en las superficies deportivas. Entre deportistas, la opinión suele ser negativa, sobre todo en deportes de contacto. Hay estudios sobre la NFL que demuestran que la mayoría de las lesiones vienen de campos no naturales. En cambio, en épocas de recesión, es la vía más práctica y económica en las ligas profesionales y amateur, ya que apenas requieren mantenimiento. Ecológicamente también es la mejor solución, ya que apenas se tiene que usar agua. Para soportar climas lluviosos, en los últimos años se ha creado un sistema de drenaje muy efectivo que antes no existía, y los campos de césped artificial ya son la norma en países con climas invernales intensos como Rusia. Si todo sigue progresando de la misma manera, lo más probable es que dentro de diez años los diarios deportivos en España hagan noticia de cuando se tenga que jugar en césped natural.

¿Y qué fue del Astrodome, de Hofheinz? Hoy en día se llama el Reliant Astrodome y sólo alberga conciertos y eventos especiales. La última gran noticia acerca del estadio fue cuando acogió a refugiados del huracán Katrina de Nueva Orleans. De hecho, el último equipo profesional en jugar ahí fueron las Houston Energy, de la WFPL (una extinta liga de fútbol femenino), en 2006.