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Atlético de Madrid - Barcelona

El Vicente Calderón invoca la magia de las grandes noches

La afición invoca la magia del Calderón en las grandes gestas europeas para superar al Barça. Se dan los mismos ingredientes: estadio abarrotado, rival de entidad y ambientazo.

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El Vicente Calderón invoca la magia de las grandes noches
AStv

Los colchoneros esperan que la noche del 9 de abril de 2014 pase a englosar la lista de aquellas citas mágicas que forman ya parte del santoral rojiblanco. Como la del 5 de noviembre del 70, ante el Cagliari en octavos de la Copa de Europa; la vuelta ante el Celtic en las semifinales de la misma competición el 24 de abril del 74; o la gran fiesta ante Independiente de Avellaneda en la vuelta de la Intercontinental que el Atlético ganó el 10 de abril del 75.

El Calderón, como lo será mañana, fue testigo de esas gestas si bien ante el Barça sólo hay que aguantar el resultado. Hace días que no quedan entradas. Y la afición, como ya sucedió en el partido ante el Milán, prepara un recibimiento que intimide, en lo posible, a las figuras azulgranas. Precisamente aquel partido del 70 ante el Cagliari significó un antes y un después para el Manzanares, ahora Calderón. Cerca de 64.000 almas hubo en el estadio aquella noche, con un colorido rojiblanco como nunca antes se había visto, según las crónicas, y ese ambiente se repetirá mañana. El Calderón recibirá a los protagonistas con un mural rojiblanco. Para que no haya sobresaltos de última hora, el club insta a los espectadores a adelantar un poco su llegada. La intención es que ya en el calentamiento el equipo perciba una atmósfera especial y también la de evitar problemas en los accesos con la típica avalancha de seguidores a última hora.

Aquella noche ante el Cagliari fue una de las más memorables de Luis como colchonero. Él hizo los tres goles que remontaban la eliminatoria y mañana podría rendírsele un nuevo tributo con el pase. También el Sabio de Hortaleza estuvo en la siguiente gesta contra el Celtic. La batalla de Glasgow había dejado un inquietante 0-0 que en el retorno, pese a las bajas, el Atlético levantó (2-0). Fue el acceso a la final con el Bayern, que se perdió en el desempate. Pero pocos meses después el coliseo rojiblanco vivió otra noche épica con Independiente. Se levantó la Intercontinental con goles de Irureta y Ayala. El club tardó en volver a la Champions, lo hizo tras once años ausente y bien entrado el siglo XXI. En 2008 se celebró como una final el triunfo ante el Schalke con el Calderón lleno en pleno mes de agosto.