SEVILLA 4 - ESPANYOL 1
El Sevilla mira a la Champions
Este triunfo le sitúa a tres puntos del Athletic, que tiene un partido menos. Marcaron Mbia, Gameiro (dos), Rakitic y Sergio García, de penalti.
En su carrera casi imposible por la Champions, a la que se agarró con seis triunfos consecutivos, el Sevilla se ha puesto a tiro de tres puntos del Athletic y abrasa el teléfono de Caparrós, que podría ponerle más cerca de la gloria este lunes. La victoria, además, rehabilitó a Gameiro, delantero absolutamente indescifrable que en Oporto falló una de las ocasiones de su carrera y, tres días después, marcó un doblete. El Sevilla pita y, es obvio, llega bien a final de temporada. Despachó al Espanyol, menos interesado en el partido que él y perjudicado por alguna decisión de Del Cerro Grande, y demostró potencial y fe. Después del 4-1, como después de su 4-1 ante el Valladolid en vísperas de la vuelta ante el Betis, tuvo una actuación convincente y pidió un esfuerzo más para el jueves. Huele a Semana Santa grande en Sevilla.
Camaleónico, Emery salió con un 4-4-2 para acomodar en el once a Bacca y Gameiro y minimizar los daños del descanso a Rakitic, reservado para la batalla del jueves contra el Oporto. A cambio, el Espanyol estaba embarcando a media mañana en el aeropuerto de El Prat. No mostró desinterés en el partido, pero al final la necesidad aprieta. El Sevilla, con unas coordenadas de juego distintas a las habituales por la ausencia de Rakitic, inventó nuevos registros. Trochowski se juntó con los mediocentros y creó y Vitolo enlazó con los delanteros. Además, Unai volvió a dar otra lección de pizarra. Pantalla de Bacca, bloqueo y remate de Mbia. 1-0 antes del minuto 20 y empujón arbitral. Pareja derribó a Sergio García dentro del área pero Del Cerro Grande castigó el sándwich anterior con Alberto Moreno. Simao lanzó la falta al palo y el Sevilla contestó con el 2-0. Gameiro tuvo más paciencia que en Oporto y marcó un gol de buen delantero: control con el pecho y remate inapelable.
Un error innecesario de Fazio, otro más (lástima cómo han lastrado su carrera), metió al Espanyol en el partido. Sergio García hizo el 2-1 y el pareció dejar el partido en el alambre. Aguirre probó con Jhon Córdoba. Hubo minutos de incertidumbre porque el Espanyol, aun lejos de sus umbrales máximos de intensidad, aprieta. Fue entonces cuando Emery llamó a Rakitic, que sonrió cómplice al banquillo, se asoció con Gameiro y liberó al Sevilla. El francés hizo el tercero y se volvió a abrir la puerta del Mundial. Y el croata cerró el partido con su gol número doce en el campeonato. Es uno de los jugadores de la Liga y el corazón del sevillismo, que cree en la Champions y en otra gesta el jueves. Se enciende el Sevilla.