La semana blanquiazul del Sevilla comienza esta tarde

La semana blanquiazul del Sevilla empieza esta tarde en el Sánchez Pizjuán. La persecución por la Champions y las semifinales de la Europa League exigen dos victorias. El jueves, el Oporto. Pero primero, el Espanyol, que terminará la temporada entre dos tierras. Aguirre, excelente trabajo el suyo de nuevo, ya ha conseguido el objetivo pero no podrá evitar que se hable más de su futuro que del equipo en abril. Ya suena como seleccionador de Japón. Más de un mes de fútbol sin sustancia necesita muchos blancos que llenar.

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Al menos hoy el Espanyol tiene un foco, una motivación. Es Germán Parreño (1993, 1,89 metros, 78 kilos), portero que suplirá a Kiko Casilla (expulsado ante el Barcelona) y en el que todos los órganos del club, desde N’Kono entrenador de porteros, hasta Collet (presidente) pasando por Óscar Perarnau (director deportivo) tienen sincera confianza en él. Tanta que más de una voz ya le ha señalado como recambio oficial de Casilla si al final se marcha. Germán debuta en Liga y con picadores. Enfrente le esperan Bacca o Gameiro, Reyes o Vitolo, Rakitic o Marin. Dudas porque, eso sí, el Sevilla está obligado a rotar. En Oporto hubo síntomas de agotamiento. Las seis victorias consecutivas, una de ellas nada menos que ante el Madrid, y la gesta de la remontada en Heliópolis han dejado secuelas.

Fatiga. Existe especial preocupación por el estado de Rakitic pero Emery ya lo dejó claro en Portugal: “Ivan no quiere descansar”. Si el Sevilla quiere alcanzar la Champions, los tropiezos están prohibidos en las siete jornadas que le quedan. El Athletic, su rival, falla poco. Además, el Espanyol tampoco le regalará la victoria. Como muestra, es el único equipo junto al Atleti que ha ganado en San Mamés este año. Incómodo como pocos, acusará sin duda las ausencias de Casilla, Víctor Sánchez y Colotto (Moreno, el otro central, también ha estado entre algodones toda la semana), pero tiene intensidad y delanteros de esos que tanto molestan al Sevilla. Sergio García, un talento, está teniendo un campeonato fantástico. Y a Jhon Córdoba sólo le hace falta acompasar su potencia con algo más de criterio. También es todo potencial.

Para el Sevilla ganar es una obligación. Al Espanyol una victoria no le acercaría demasiado a su sueño, pero eso no significa que la vaya a regalar. Menos con un macho como Aguirre.

Tras su mal debut en Copa, Germán lo tiene claro: “Toca disfrutar”

Germán Parreño llegó al Espanyol con 14 años procedente del Elche y cayó en las manos de Javi García, ahora entrenador de porteros del Sevilla, y Tommy N’Kono, quienes siempre destacaron su altura y su dominio de la portería. Poco a poco fue quemando etapas y progresando hasta que Javier Aguirre apostó por él este verano. El meta ya debutó en la Copa, en Jaén y Alcorcón, y protagonizó alguna acción desafortunada, propia de su falta de experiencia y juventud (21 años). Pero ahora el meta lo tiene claro. “Toca disfrutar”, repitió esta semana.