La duda de Diego Costa añade tensión al duelo de Champions

Por si no había bastante carga emocional en un duelo de cuartos de final de la Liga de Campeones entre el primero y el segundo clasificado de la Liga española, va Diego Costa y se retira del entrenamiento previo al partido ante la vista de todo el mundo. De esta manera, el Atlético de Simeone daba el último golpe de efecto antes del partido de esta noche ante el Barcelona. De entrada, hay que decir que ni en las huestes barcelonistas ni en las rojiblancas caló ni el gesto ni las palabras del entrenador argentino. Nadie quita a Costa de la alineación de esta noche. Cada uno por su motivo (entre la desconfianza y la fe), pero ambos bandos coinciden en que para que Costa no juegue el partido debería de estar amputado. Recuerdan desde ambos equipos que llegó Costa a Viena ayudado de muletas en la fase previa y que jugó. Por tanto, unos y otros malfían. Que Diego Costa se perderá el partido de esta noche no cuela ni entre los del Barça ni entre los del Atlético. Otra cosa es lo que pase esta noche

Ampliar

Costa, que hizo un trabajo de titán el sábado pasado en San Mamés, acabó el partido tocándose la rodilla izquierda. Ayer, tras realizar los primeros ejercicios con el resto de sus compañeros sobre el Camp Nou, se retiró a los vestuarios. Según informó el club, debido a un “traumatismo en la cara interior de la rodilla izquierda”. Un parte que no aspirará al Nobel de Medicina. Todo apunta a que se marchó por precaución del estadio blaugrana para volver esta noche a las 20.45 horas dispuesto a todo. Según su entrenador, que tras el entrenamiento atendió a TVE la cosa está complicada: “Viendo que se fue del entrenamiento es difícil que esté mañana, pero vamos a esperar porque hasta el partido hay muchas horas y muchos minutos entre medio”, dijo el Cholo a Silvia Barba. Si la cosa se mide ya en minutos, es que las opciones crecen. Antes, las convalecencias se medían por días. En el Cholismo empiezan a valorarse en minutos.

Normalidad. Mientras el Atlético de Madrid propone un escenario poco habitual como es la duda del delantero a última hora, el Barcelona se comportó ayer con total normalidad. Para el Barça, los de hoy son los séptimos cuartos de final de la Liga de Campeones que juegan de manera consecutiva. Nadie ha jugado más veces en Europa que el Barça esta eliminatoria. Tampoco hay nadie en que haya jugado más semifinales que el Barça en esta competición (10, seis de ellas, consecutivas), que haya ganado más puntos (266) ni que haya ganado más veces su grupo en la fase previa (15).

Por estos motivos el Barça trata de tomarse estos cuartos como algo normal, pero no lo son. Delante está un equipo al que no le han podido ganar esta temporada pese a jugar tres veces.

Está por ver si la normalidad con la que quiere tomarse el Barça esta eliminatoria pesa más que la celebración de un hecho extraordinario como la llegada de un Atlético hambriento a estas alturas de la competición.

De momento, en el Barça, las cartas están marcadas. El equipo está claro y el esquema también y no se espera más sorpresa que la imaginación de Messi. En el Atlético, sea por lo que sea, todo parece destinado a añadir tensión.