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VALENCIA 1 - GETAFE 3

El Getafe acaba con una racha de 15 jornadas sin ganar

El equipo madrileño, que no ganaba desde que el 29 de noviembre venció al Levante, sale del descenso. Mathieu y Contra, expulsados.

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El Getafe acaba con una racha de 15 jornadas sin ganar
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Quince jornadas después, el Getafe vuelve a lograr una victoria y deja al Valencia en zona de nadie y sin más cometido este año que luchar por la Europa League Conrado Valle / Valencia El Getafe ganó. Sí. El Getafe. Hacía quince partidos que los azulones no sentían algo parecido. Y ganaron bien. Sudando sangre como les había pedido Contra. Sale del descenso y gana en autoestima en su intento por salvar la categoría. Hay esperanza por Getafe. Lo contrario pasa por Valencia. Se confirma que el Valencia de Pizzi está en zona de nadie. Le queda la Europa League. Solo ella. Paupérrima temporada, la verdad. Ni tan siquiera la competición liguera ha entrado en el mes abril y el Valencia ya no juega por nada.

Al Valencia le sienta mal adelantarse en el marcador. Le pasó en Almería y también ayer. Eduardo Vargas anotaba a los siete minutos tras un córner y lo hacía ante una zaga azulona carente de intensidad y rigor defensivo en esa acción. En condiciones normales, por la forma y el fondo anímico de ese gol, bien pudiera haber terminado el partido ahí. Pero no. El Valencia no supo atar en corto al Getafe y los de Contra, que de perdidos al río, fueron acercándose a Guaita hasta que en dos minutos, entre el 24 y el 26, dieron la vuelta al marcador.

Lafita, primero, quien en su carrera mostró las limitaciones de Senderos, porque de tanto recular el suizo casi se mete bajo palos, superó a Guaita con un disparo preciso y precioso desde la frontal. El balón salió de su bota derecha en busca del palo y la red como la flecha del arquero hacia la diana. Ciprian, después, de cabeza, tras romper Mathieu el fuera de juego, provocó que Pizzi escuchara los primeros silbidos unánimes de la grada desde su llegada. No iba dirigidos al argentino en concreto. Eran genéricos. Para todos. Hacia la temporada blanquinegra en Liga en sí.

El Getafe, que ahora ya sí tenía algo que defender, se organizó entorno a Codina para ponerle el cerrojo a tres puntos en los que le iba la vida. Aún así, el Valencia se acercó de más en dos ocasiones: en un remate de cabeza de Parejo que repelió el larguero y en un mano a mano de Vargas con el meta azulón, tras exquito control del chileno, que ganó Codina.

Al descanso Pizzi y Contra actuaron de entrenador. Uno, el argentino, hizo la lectura que todos habían hecho en Mestalla. Sacó a Feghouli para reforzar su banda derecha. Ofensiva y, sobre todo, defensivamente, porque Barragán había sufrido con Escudero y Lafita lo que no está escrito durante 45 minutos porque nadie le ayudaba en el repliegue. Contra, por su parte, con la salida de Sarabia por Juan Rodríguez, dibujó dos líneas de cuatro con Borja entre medias y Ciprian arriba a suerte.

Con Feghouli, y más aún cuando Alcácer apareció en escena, el Valencia, literalmente, asedió durante 15 minutos al Getafe. Parejo entró en una fase de lucidez en el pase y las llegadas al área fueron tan seguidas como inquietantes. Fue entonces cuando Codina se enfundó el antifaz de superhéroe. El guardameta sacó dos manos de Primera tras remates de Senderos y además el larguero se puso rojo como la camiseta ayer del Getafe tras un golpeo seco y potente de Alcácer. Todo sea dicho, en plena acometida blanquinegra, Gil Manzano anuló un gol a Lisandro por fuera de juego. Por poco, pero lo era.

Parecía que el empate llegaría en cualquier instante. Pero no. Contra siguió haciendo cambios y con la salida de Lacen estuvo más acertado que Pizzi con la de Vinicius. El Valencia cometió el error de acumular hombres en ataque y perdió el centro del campo. Y el Getafe comenzó a sentirse más y más cómodo. Hasta el punto que se atrevió a montar contragolpe con tres y hasta cuatro efectivos. Y fue así, en uno de ellos, como llegó el gol de la sentencia de Pedro León y el principio de la tangana.

Tenía motivos el getafense para celebrar con enfásis el gol que aseguraba la victoria para los suyos, aunque lo de lanzar besitos a la grada sobraba. Y claro, el público se encendió y Mathieu se calentó. El francés expulsado y también Contra, aunque seguro que al rumano ni se acuerda.