NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

AS COLOR

Zamorano: “Es un orgullo que me comparen con Santillana”

Tenía un salto prodigioso. El primer club en Europa que dio el paso para ficharle fue el Sevilla: dos años le bastaron para que llegara al Madrid.

Actualizado a
Zamorano: “Es un orgullo que me comparen con Santillana”

¿Qué es de ‘Bam Bam’ Zamorano?

Hace poquito, en junio, estuve con los veteranos del Madrid en Veracruz, en el estadio Luis Pirata Fuente. Era un partido que forma parte de un proyecto que tiene el objetivo de fomentar la práctica de los deportes para más de 7.000 niños y adolescentes de Veracruz, en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Fue muy bonito jugar delante de 40.000 personas. Y hace poco, también, estuve en Madrid con los niños de la Copa Chilectra.

Sigue siendo el hombre del 5-0 para la afición del Madrid…

Cada vez que paso por Madrid, todo el mundo me lo recuerda. Cuando voy por la calle me dicen: “Yo, cuando era chico, tú eras mi ídolo”. Y te lo dicen personas de 35 años; y yo digo: “Me cago en la leche, qué mayor soy”.

Usted fue un magnífico rematador de cabeza, como Santillana. ¿Qué conocía de él cuando llegó al Madrid?

Era un delantero con mucha garra, mucho coraje y, sobre todo, su mayor virtud era el remate de cabeza. Uno cuando llega y ve que Santillana es un hombre que se recuerda muy bien dentro de la institución a uno le da mucho orgullo de que la gente pueda compararle con él.

¿Para usted, cuáles han sido los tres mejores cabeceadores de la historia del fútbol?

Uno de ellos Santillana. Otro sería Martín Palermo, porque el 40% de sus goles eran de cabeza. También he visto muchos videos de Pelé y, a pesar de que hacía magia con los pies, convertía unos goles con la cabeza increíbles. En el Mundial del 70, por ejemplo, hizo un golazo con la testa, en la final contra Italia, ganando a Facchetti, que medía 1,90. Son tres grandes cabeceadores y, de alguna manera, cuando uno les veía cabecear, hacían lo que quería con la cabeza. He visto goles de Santillana que ponía la pelota donde quería. Y qué decir de Martín Palermo y Pelé.

El otro día Pellegrini dijo en ‘La Gazzetta’ que se retiró del fútbol cuando un chaval de 17 años le ganó en un salto de cabeza. Ese chaval era Zamorano…

Me acuerdo perfectamente. Luego dijo Manuel que si él hubiera sabido que el que le ganó de cabeza era Zamorano no se hubiera retirado. Es curioso.

Hablando de rematadores de cabeza… ¿De la actualidad, con quién se queda?

Mira, he visto rematar a Cristiano y tiene una elevación con un frontal increíble. Es un gran rematador de cabeza. Hace goles de cabeza increíbles.

Como el de la final de Copa en Valencia…

Grandísimo gol: se eleva y se mantiene un poquito en el aire...

Cristiano y Messi dominan el fútbol mundial, pero Falcao quiere subirse a su ring.

Los sistemas de hoy en día han originado la extinción del delantero centro. Me parece que, de alguna manera, Falcao remarca la importancia de un delantero centro en un equipo. De los grandes goleadores a nivel mundial, Falcao es de los pocos delanteros centros puros. Los Toni Polster, Batistuta, Crespo, Morientes, yo mismo… Éramos jugadores de área. Tú ves a los de ahora, a Messi, a Cristiano, a Rooney, a Ibrahimovic… Son jugadores que no son centro delanteros. Falcao es una clara muestra de los delanteros centro puros de área. Son los más importantes para el equipo, porque son los que más cerca del gol se encuentran.

¿Quién fue su ídolo de niño?

Carlos Humberto Caszely, que jugó en el Colo-Colo, en mi equipo de chico, y en el Sabadell y Espanyol. Era mí ídolo. Era pequeñito, pero tenía buen remate de cabeza. Cuando llegó acá dijo: “Migueli es el obrero y yo soy el gerente”.

¿Sigue manteniendo algún tipo de relación con él?

Somos amigos. He tenido muchas veces la oportunidad de hablar con él y compartir anécdotas de cuando era chico. Ahora tenemos la oportunidad de compartir comidas y cafés.

¿Con qué se queda de esas charlas?

Siempre le comentaba a él que cuando mi papá me llevaba al estadio, si bien es cierto que veía el partido, una parte del partido sólo veía como se movía en el área, cómo definía. Me fijaba mucho en sus movimientos, a pesar de que somos distintos. A él le llamaban el rey del cuadrado. Chiquitito y gordito. En un espacio muy chiquitito podía irse de dos o tres jugadores.

¿No le llama el gusanillo de ser entrenador?

Uno nunca sabe. Seguramente el día de mañana. No sé si a corto plazo, medio o largo, pero terminaré entrenando. Ahora mi mente y mi tiempo están dedicados a mis proyectos, que tienen que ver con el deporte, con mi Ciudad Deportiva y con un montón de cosas que hago. Es lo que me llena la vida. Los nuevos desafíos. Intentar conseguir los objetivos y las metas del día a día. Pero, sin lugar a dudas, voy a terminar entrenando. ¿Cuándo? No lo sé aún.

¿Qué tipo de fútbol le gustaría practicar? ¿Tipo Guardiola o tipo Mourinho?

Me quedo con un fútbol mucho más equilibrado. Hay un fútbol muy inteligente, del cual me parece que el rey es Mourinho. Es un extraordinario entrenador y ha cambiado la filosofía futbolística de los equipos en los que ha estado. Y luego hay otro fútbol que, de alguna manera, necesita mucho toque de balón para llegar al arco rival. También es válido. Creo que lo ideal sería un equilibrio entre el fútbol de Mourinho y el de Vilanova, Pep o la Selección española. Es importante el tiqui-taca, pero no te garantiza ganar los partidos. Hoy en día, el Barcelona tiene un equipo que desgasta mucho a los otros rivales. Al final ganan los partidos con esa filosofía. Es el fútbol moderno, que da gusto verlo por televisión. Pero hay un fútbol muy contundente, que es arrollador, como el de Mourinho. También es un fútbol muy moderno. Pero las estrategias, en cualquier caso, dependen del tipo de jugador que tengas. Para hacer el fútbol del Barça debes tener jugadores de ese corte.

Mourinho sacó el debate de la cantera. Usted, como ídolo histórico del Real Madrid y que llegó de fuera, ¿cómo ve este tema y qué visión tenía de ella cuando llegó?

Tenía una visión extraordinaria de la cantera. Sé que se hacía un trabajo extraordinario con la cantera. Tuve la oportunidad de jugar con futbolistas que nacieron en el Real Madrid y acabaron en el Real Madrid. Martín Vázquez, Butragueño, Míchel, Sanchís, Alfonso, Chendo… Jugadores hechos en el Real Madrid. La cantera, como en todos los equipos del mundo, es muy importante para el futuro del club. Y la identificación que la afición tiene con ellos.

Y Raúl…

Debutó conmigo, pero venía de la cantera del Atlético. Se le veía en los entrenamientos con mucha personalidad. Siempre cuento que, en el primer entrenamiento que él viene, me acuerdo que tiraba túneles a Sanchís, Hierro… Le dije: “Ven para acá chavalito. Cálmate, porque si no te van a dar una hostia…”.

¿Cómo trabaja un futbolista mentalmente su retirada?

Intenté siempre que después del fútbol no fuera un tema tan dramático, que todo se transformara de forma natural. Uno cuando estaba jugando al fútbol se encierra mucho en lo que es el deporte. Antes de que me retirara del fútbol, yo ya tenía mi Ciudad Deportiva. Entonces, fue de forma natural. El fútbol ya forma parte de su vida. Hay otras cosas que son fundamentales y cuando uno se retira, las ve de forma natural.

Con esta crisis, ¿los futbolistas viven en una burbuja?

Los jugadores de fútbol contribuyen mucho a que el fútbol se haya transformado en una especie de empresa. Lo que se genera en el fútbol se entrega a los jugadores. Hay muchos equipos que tienen a los mejores jugadores del mundo y ellos generan mucho dinero. Se ha transformado en un tema comercial. Me parece lógico y normal, como hace cualquier empresa.