Sergio García resurge en medio de otro disparate arbitral

El Espanyol se llevó tres puntos de oro en La Rosaleda, se pone con 40 en la tabla y sueña con Europa, mientras que el Málaga mantiene su horrenda racha casera en lo que llevamos de segunda vuelta donde ha perdido tres partidos, empatado dos y sólo ha ganado uno. Gran partido de Sergio García que marcó un gol y dio otro. Y nueva calamitosa actuación arbitral. Delgado Ferreiro y sus colaboradores estuvieron fatal. El gol del Málaga era fuera de juego de Pablo Pérez y se tragaron un penalti de Héctor Moreno sobre Iakovenko en la jugada precedente al 1-2 barcelonés. ¡Lo que cambia la cosa! Además Stuani, que luego hizo un buen partido, debió ser expulsado a los 15 minutos por un manotazo propinado a Gabriel Antunes. Sólo vio la amarilla.

Dicho esto, los primeros 30 minutos fueron aburridos y sin ocasiones. El Málaga sufre en casa y el Espanyol pensaba en su derbi contra el Barça. Pero a los 33 minutos Stuani ejecutó un movimiento formidable eludiendo a Weligton y Flávio, y dejando sólo a Sergio García que marcó su undécimo gol y terminó con seis jornadas de sequía. La alegría sólo les duró un minuto a los pericos. Pablo Pérez, con un formidable disparo raso y en fuera de juego de dos metros, equilibró el marcador. Su primer tanto en España.

Willy Caballero, como siempre, detenía a los rivales. Paradones a Pizzi y Sidnei. Al Málaga se le atragantaba como siempre La Rosaleda y el Espanyol buceaba sin tensiones, pero con sapiencia.

El partido avanzaba cansino. Pérdidas, imprecisiones y pocas ideas nuevas. Centrocampismo. Amrabat dejaba destellos, pocos, y Córdoba iba a por todas con más ansia que calidad. En el duelo de porteros ganaba Willy porque Casilla no tuvo necesidad de trabajar hasta el minuto 60. Y fue en un tirito del mencionado y voluntarioso Amrabat. El Málaga llegaba (como siempre) pero no hacía sufrir al portero contrario (para no variar). Stuani era la mosca pegajosa de una defensa local, sufridora, pero confiada en el estupendo Willy.

A los 69 minutos Schuster metió a Iakovenko y Eliseu en lugar de Weligton, aun escaso de fondo y Samuel cambiando el dibujo en aras de más profundidad. Como siempre Caballero (74 minutos) le hace otro paradón a Stuani (para que Sabella, seleccionador de Argentina, tome nota). A los 76 minutos el Espanyol ejecutó una contra brutal mientras el Málaga reclamaba un escandaloso penalti de Héctor Moreno sobre Iakovenko ignorado por el desacertado, anoche, equipo arbitral. El Málaga se durmió en protestas e impotencia y el Espanyol estuvo más vivo. Sergio García regaló una asistencia maravillosa a Pizzi y éste, que andaba perdidillo, se redimió con un gol de oro. 1-2. 30 segundos después, Pablo Pérez recibió la segunda amarilla y fue expulsado por una falta sobre David López que no era para tanto. La Rosaleda bramó contra el colectivo arbitral. Otros lo hacen por menos…

El Málaga fue un quiero y no puedo. Con un jugador menos, el Espanyol estaba a gusto. Sin hacer un fútbol bonito se llevó tres buenos puntos. Y el Málaga vuelve a las andadas. Al menos la afición no la tomó con Schuster sino con los colegiados. Es la moda…