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Real Madrid - Barcelona | Análisis azulgrana

El Barcelona se crece en las grandes citas de la temporada

El Barça ha compensado su irregularidad con la solvencia que da ser un equipo acostumbrado a ganar los partidos importantes. Se ha enganchado otra vez a la Liga.

Actualizado a
El Barcelona se crece en las grandes citas de la temporada
AStv

Partidos decisivos. Hasta el momento, el Barcelona ha demostrado una competitividad fuera de toda duda. Los de Martino se han dejado puntos en los partidos de entreguerras, en los que se destensan de manera alarmante. Lo han reconocido varios miembros del equipo y el propio Tata: “Si estamos así es por culpa de nuestros errores”. No obstante, el Barça ha dado su mejor cara en los encuentros definitivos. Cada vez que se ha planteado una final la ha sacado adelan­te. Le ganó la Supercopa de España al Atlético tras una pretemporada desastrosa; le ganó al Madrid en el Camp Nou, el domingo volvió a ganar en el Berna­béu; le arrancó un punto a los de Simeone en el Calderón y solventó con éxito la eliminatoria de octavos de final contra el City, rival que todo el mundo quería evitar. Puede que esos esfuerzos puntuales no le lleguen para imponerse en un campeonato de regularidad como es la Liga, pero define al Barça como el peor rival para enfrentarse.

Artes y miserias. El Barça es transparente. Exhibe sus miserias en defensa con la misma contundencia que demuestra su arte en la mitad de campo rival. Es un enemigo temible que demostró en Madrid que a pesar de que le marquen tres goles, está capacitado para marcar cuatro. Especialmente, cuando la pareja Messi e Iniesta se pone a funcionar. Si este equipo es capaz de demostrar esto en un escenario tan complicado como es el Bernabéu, ¿quién les puede negar el derecho a ganarlo todo?

Poca solidez. El Talón de Aquiles del equipo está en su solidez. Coyuntural y estructural. Es decir, la que afecta a mantener su portería a cero y dar una sensación de seguridad que la grada echa de menos y la seguridad de la regularidad, que es la que debería llevar a mantener una velocidad de crucero y así resolver partidos inofensivos.

Los ases buscan la paz. A veces nos olvidamos de que este equipo lleva muchas temporadas expuesto a una serie de catastróficas desdichas que probablemente hubieran acabado con cualquier colectivo menos dispuesto, pero que ha aportado a este equipo una piel de cocodrilo inmune a las adversidades. Juntos han superado las enfermedades y sus consecuentes recaídas de Abidal y de Tito. Han vivido tres cambios de presidente, una moción de censura, una demanda de responsabilidad, la denuncia de un socio por la opacidad del contrato de Neymar que acabó en la Audiencia Nacional y la millona­ria querella de la Agencia Tributaria contra la estrella. Si a eso le unimos la salida del mejor entrenador de la historia del club, el anuncio del capitán de que lo deja a final de temporada, la lesión de la gran estrella y la decisión irrevocable del portero de cambiar de aires unido al ruido de fondo que genera el referéndum del Camp Nou podremos coincidir en que estar en la final de Copa, en cuartos de la Liga de Campeones y a un punto del líder de la Liga no es para quemar el carnet de socio.