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Athletic

La columna vertebral llega fina al tramo decisivo de la Liga

Resulta primordial el rendimiento de los centrales para ganar en solidez. Gurpegui y Laporte, cada uno con su estilo, están de sobresaliente.

Actualizado a
PENALTI AL SACO. Aduriz celebra el tanto de Mestalla, con Iturraspe y Gurpegui a su lado para felicitarle, y Senderos al fondo.
Alberto Iranzo

Resta aún una batalla muy dura para colarse en la previa de la Champions. Por sensaciones y puntos, el Athletic está varios cuerpos por encima de sus perseguidores por la cuarta plaza, pero el equipo ha interiorizado la doble obligación de atreverse con balón para buscar las victorias y defender con uñas y dientes los resultados cuando el rival obliga. Lo que más confianza genera es que el equipo de Valverde llega fino al tramo decisivo, a las once finales. Y sobre todo, su columna vertebral, el portero, los centrales, el medio campo y su ariete.

Exceptuando la solvencia de un Balenziaga con cada vez mayor poso, los mayores puntos de irregularidad en el juego han llegado de las bandas. No obstante, quienes juegan en ellas cambian acierto por sudor y entrega. La clave es que no haya fisuras.

Quizás por el brillo del juego en muchos momentos del campeonato esté pasando inadvertida la notable temporada de Gorka Iraizoz. Sin estar obligado a llevar a cabo grandes intervenciones, el portero estuvo sobrio, muy bien en el blocaje y en los balones por arriba. Es uno de los que más ha mejorado en su rendimiento con respecto a la pasada campaña.

Resulta primordial el rendimiento de los centrales para ganar en solidez. Gurpegui y Laporte, cada uno con su estilo, están de sobresaliente. Lo del galo en Valencia fue una pasada. Su facilidad para ir al corte en situaciones límite dentro del área es algo ya habitual.

Crece Herrera. De Iturraspe ya se ha dicho todo y más en esta campaña. Sin él, el Athletic está descabezado. Los rivales empiezan a ahogar su salida de balón cada día más y necesita ayuda. Mikel Rico, entregado a más no poder, no se arruga. A veces le pierde la precipitación en el pase, pero no se lamenta un segundo y se pone ya a la recuperación del balón.

Quien ha crecido una barbaridad en esta segunda vuelta es Ander Herrera. Ya está aquí el futbolista dinámico que se esperaba, con mayor presencia en las acciones decisivas de llegada al área. En Mestalla hizo tres cosas de diez: el centro a Aduriz, su gesto técnico en el tiro al palo y el jugadón final que malogró Muniain.

Por último, el ariete ya está en líder ofensivo. No por los diez goles y seis asistencias (participa en un tercio de los tantos), sino por su juego. Tiene calma interna y fe.