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Atlético de Madrid - Real Madrid

El Vicente Calderón medirá hoy la velocidad del Real Madrid

Los de Ancelotti se presentan tras su exhibición en Alemania (17:00, C+ Liga y GolT). Simeone apostará por Raúl García y dejará en el banquillo a Diego Ribas.

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El Vicente Calderón medirá hoy la velocidad del Real Madrid

En el fútbol todo es posible, claro, pero cuesta imaginar cómo podrá detener el Atlético al Madrid. El problema es que después de la abstracción, después de señalar que en estos partidos no hay favorito (los tópicos habituales), nos encontramos con la cruda realidad de un equipo lanzado y de otro con problemas, seis puntos perdidos de los últimos nueve. La sensación, reforzada tras el 1-6 al Schalke, es que sólo el Bayern podría plantar cara al Madrid actual. Sí, el presente es lo que impide la abstracción.

El Atlético varió su rutina habitual para preparar el partido de hoy y realizó su último entrenamiento en el Calderón. El Madrid, por su parte, trabajó como de costumbre en Valdebebas, donde se concentró.
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El Atlético varió su rutina habitual para preparar el partido de hoy y realizó su último entrenamiento en el Calderón. El Madrid, por su parte, trabajó como de costumbre en Valdebebas, donde se concentró.JAVIER GANDUL

Presente, en este caso, son tres semanas a la redonda. Hace menos de un mes el Madrid eliminó al Atlético de la Copa con un global de cinco goles a cero (3-0 y 0-2). Podremos argumentar que son competiciones distintas, hablar de rebotes y hasta habrá quien diga que lo que parece una coincidencia es una casualidad: el Atleti empezó a cojear a partir de entonces. Primero se fijó el problema en la ausencia de Filipe, por su banda respira el equipo. Más tarde se apuntó a la lesión de Tiago, tapón del mediocampo. Últimamente se ha señalado a Diego Ribas, como si su presencia, tan deseada, hubiera alterado el karma del grupo o interferido en la onda de Arda Turan. El hecho es que, por superstición o estrategia, Diego será suplente hoy (jugará Raúl García).

La otra respuesta a los achaques del Atlético es una simple palabra de ocho letras: desgaste. Al final, su plantilla no es tan larga y comenzamos a acercarnos al final. En este caso no habría culpables, ni acertijos tácticos por resolver. Tal vez haya llegado el momento de olvidar el mantra del “partido a partido”, levantar la cabeza y mirar con perspectiva: faltan trece encuentros para la conclusión del campeonato, cinco para la final de Champions. Quizá no sea malo empatar hoy, tomar aire y confiar en que el gigante blanco también se desgaste. La primavera aún está por llegar.

El Madrid, entretanto, tiene el punto de confianza y fortaleza que sueñan todos los equipos. No hay fisuras. La defensa está espléndida, el mediocampo vuela con Modric y los de arriba han logrado la sincronía perfecta; así ocurrió en Alemania, con tres dobletes de la emisora estatal británica.

Grieta. Resulta lógico que Ancelotti no se plantee más cambio que el de Arbeloa por Carvajal. Lo de Diego López, ya lo sabemos, está en los estatutos. Por ahí, no obstante, se vislumbra un conflicto. Parece que la comparación permanente, avivada tras el paradón de Casillas en Alemania, ha alterado más a Diego que a Iker.

Simeone habrá meditado mucho sobre el asunto. Ante la dificultad de detener al tren, es posible que haya pensado en hacerlo descarrilar. En ese escenario nos ponemos cuando suponemos un partido bronco, sin ritmo, sin espacios y sin apenas balón. El inconveniente es que el Atlético es más que un equipo guerrero. Igual le ocurre a Diego Costa. Las dos victorias en el Bernabéu (Copa y Liga) llegaron sublimando la defensa y la presión, pero sin despreciar el fútbol. Así empató el Athletic en San Mamés.

No es la Liga lo que está en juego, no solamente. Es la moral, la confianza. Llenarse de motivos o de dudas. Mucho derbi, por tanto.