Pizzi juega solo con lo puesto

Un estornudo hoy en el vestuario de los que anuncian costipado y seguro que a Pizzi le cambia el semblante. El argentino afronta el partido con lo puesto. Con 14 futbolistas del primer equipo (dos de ellos porteros) y cuatro canteranos. Hasta ocho bajas tiene para esta noche el Valencia por diferentes motivos. Si ya de por sí fueron buenos los goles de Vargas y Feghouli en Nicosia ahora, visto el parte de bajas, más lo son todavía. Porque el Dinamo tiene la eliminatoria tan mal como la mayoría de nosotros para leer en cirílico, si bien, Oleh Blokhin recupera en cuerpo a Yarmolenko y Mbokami y el alma al resto de futbolistas, que hoy solo pensarán en fútbol y no en los familiares que dejaron en Kiev hace una semana.

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Lo dicho, al Valencia le faltan hasta ocho futbolistas. Cinco por lesión, uno por sanción y dos de ellos porque no están inscritos: Rubén Vezo y Vinicius Araujo. Los daños colaterales de la limpia invernal de Rufete se resienten en la Europa League, competición en la que solo hay inscritos 20 profesionales. Y ello porque la UEFA solo permite inscribir a tres nuevos en enero (Senderos, Keita y Vargas fueron los elegidos) a pesar de que el Valencia dio de baja hasta seis (Banega, Postiga, Pabón, Canales, Guardado y Rami).

Pizzi se congratula del 0-2 de la ida pero no se fía. Al contrario. Ni rotaciones ni gaitas. El argentino sacará el mejor once que tiene a su disposición. Solo Barragán y los lesionados que se recuperen (llámese Javi Fuego y Feghouli) llegarán frescos a Vallecas. Pero la Europa League es para muchos en el club una válvula de escape y la vía de transformar una temporada de transición en un curso inolvidable.