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Schalke - Real MAdrid

Llega la hora de la verdad: Champions League en Alemania

Bale será titular y Carlo Ancelotti sólo duda entre Carvajal y Arbeloa para el partido de hoy (20:45 C+ Liga de Campeones). El Schalke no ha perdido en sus últimos ocho partidos.

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Llega la hora de la verdad: Champions League en Alemania
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El peligro es Alemania. Caer en la trampa. Imaginar que no ocurrirá esta vez. Ni siquiera hace falta tener buena memoria. Sucedió el pasado año con Cristiano sobre el campo, muy cerca, en Dortmund, a sólo 35 kilómetros de Gelsenkirchen (ciudad natal de Özil, por cierto). Ocurrió como casi siempre. Primero unas nubes y de pronto la tormenta perfecta (4-1), enésimo naufragio en el Sacro Imperio.

Los futbolistas del Real Madrid, especialmente Sergio Ramos, jugaron durante el entrenamiento de ayer en el Veltins-Arena a intentar alcanzar el videomarcador móvil que corona el estadio en los partidos y que está a 25 metros de altura.
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Los futbolistas del Real Madrid, especialmente Sergio Ramos, jugaron durante el entrenamiento de ayer en el Veltins-Arena a intentar alcanzar el videomarcador móvil que corona el estadio en los partidos y que está a 25 metros de altura.Carlos Martínez

El vídeo motivacional debería ser una película de terror: Lewandowski acompañado de Jancker, Effenberg o Hrubesh, los demonios de turno. Dirán que exagero, pero conviene sentir miedo para que luego resulte fácil y nos podamos llamar gallinas. La idea es no olvidar, aceptar que 18 derrotas en 25 viajes no pueden ser casualidad, que ganar una sola vez es extraño, que algo pasa, que rondan los fantasmas.

Tras el escudo de Alemania, asoma el Schalke, cuarto clasificado en la Bundesliga, a un punto del Dortmund y a 21 del Bayern de Pep. Su ánimo se sustenta en su racha: seis victorias y dos empates en sus últimos ocho partidos, únicamente dos goles encajados. Sin derrotas en 2014. Si indagas, la vida no es tan feliz. El Chelsea ganó 0-3 en el Veltins-Arena, en la fase de grupos (dos goles de Torres). El Bayern, en liga, venció 0-4.

Todo hay que decirlo: las lesiones no han favorecido al equipo minero. Draxler, su joven estrella (20), volvió el pasado viernes para jugar su primer partido del año. Huntelaar marcó el pasado 26 de enero su primer gol en cinco meses, después de recuperarse de una lesión de rodilla. El capitán Höwedes se entrenó ayer, pero se ha pasado el mes en blanco por problemas musculares.

Quien no se lo perderá será Kevin Prince-Boateng, fichado del Milán por once millones de euros y cuyo rendimiento está en entredicho (seis goles en Liga y uno en Champions), más aún después de ser fotografiado en el vestuario, a la espera de un control antidopaje, con una cerveza y un cigarrillo.

Sobre el papel, el Madrid es superior en moral, talento y estadística. Encadena 26 partidos invicto (22 triunfos) y Casillas suma nueve partidos sin sacar el balón de su portería (862 minutos). Sería casi un milagro que el visitante no hiciera un gol: los madridistas han marcado en sus últimos 21 partidos de Champions disputados lejos del Bernabéu (sólo cuatro derrotas... tres en Alemania).

De lujo. Y por si fuera poco, Ancelotti ha dado con el equipo y con el dibujo. En principio, su única duda será Arbeloa o Carvajal, un experto defensivo o un experto en Bundesliga. El resto es de gala, incluido el tridente ofensivo: Bale (dos goles en Champions), Benzema (2) y Cristiano (9). Jesé esperará su oportunidad en el banco.

En el capítulo de los espíritus hay uno que sobrevolará la eliminatoria: Raúl. Ayer, la web oficial del club alemán destacaba su imagen en portada e incluía un consejo del siete: “El Schalke tiene que ir más allá del límite”. Para lograrlo, los jugadores locales tendrán que cabalgar sobre los casi 80.000 espectadores del Veltins Arena. “Atmósfera loca”, la denomina el Señor Raúl.

Por mucho que grite el estadio, el pronóstico sería claramente favorable al Madrid si no se jugara en Alemania, si no tuviéramos memoria, si los fantasmas rubios no fueran ya parte de la familia. Insisto: conviene temer.